lunes, 31 de mayo de 2010

Los trabajos de exhumación afrontan la fase más laboriosa y sufren un retraso

para DIME/ AREMEHISA

Los técnicos de Aremehisa extraen 14 cadáveres de las fosas de la zona Norte del cementerio · Las reducidas dimensiones de los enterramientos obligan a los operarios a excavar suspendidos en el aire

José M. Domínguez Actualizado 29.05.2010 - 05:01


Uno de los técnicos trabaja en una de las fosas más amplias.

Los trabajos de exhumación que realiza la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa) atraviesan uno de los momentos más difíciles desde que comenzasen el día 3 de mayo. Continúan los trabajos de excavación en la zona Norte del cementerio aguilarense. Allí, la aparición de nuevas fosas pequeñas pero "repletas de cadáveres" ha complicado de forma importante las labores de los técnicos. El presidente de la asociación, Rafael Espino, informó ayer a El Día de este hallazgo y detalló cómo avanzan las labores en este angosto escenario.

Las dimensiones de las fosas son de 2,20 metros por 0,60 metros, y tres metros de profundidad. Espino explicó que "en este espacio, algo más de un metro cuadrado, sólo puede trabajar una persona y esto nos está dando muchos quebraderos de cabeza, ya que, al estar todo el suelo lleno de huesos, hemos tenido que ingeniar un sistema que permita a los operarios excavar suspendidos, para no dañar los restos con su peso". Además, el presidente de Aremehisa aclaró que, "evidentemente, aquí las únicas herramientas que podemos utilizar son un pinchito y un cepillo".

Estas circunstancias han obligado a los voluntarios de la asociación a armarse de "paciencia, ya que nos están retrasando mucho". Espino asume que "sabíamos que podíamos encontrarnos algo así". Ahora, según comentó, solamente participan ocho personas en las labores de exhumación, aunque el número de voluntarios desde que echó a andar el proyecto en el camposanto de Aguilar de la Frontera ha pasado de 57 a 65.

Por el momento, Aremehisa ha intervenido en 4 de los 7 enterramientos localizados en la zona Norte del cementerio. Espino apuntó que "en una de ellas hemos concluido los trabajos, pero aún mantenemos tres abiertas". Sólo en esta área indican las previsiones de la asociación que puede haber sepultados unos 40 cadáveres, de los cuales ya se han recuperado 14. El máximo responsable de las exhumaciones ofreció esta cifra aproximada, porque "la cantidad de cuerpos que hemos encontrado en tan poco espacio nos ha hecho dudar de los números que estimábamos hace apenas un mes". Así, continuó Espino, "no sabemos si estas 40 víctimas tendremos que sumarlas o restarlas al total aproximado de 130 que intuíamos podría haber en el cementerio".

Mientras tanto, y en la zona Sur, Aremehisa ultima los trabajos de mecanización que permitirán precisar dónde se encuentran enterrados los represaliados de la Guerra Civil. Espino comentó que, "cuando terminemos en las fosas pequeñas" que centran ahora las tareas, "empezaremos a quitar tierra en estas fosas, que son más amplias".

La identificación de los cadáveres es el otro gran punto de interés sobre el que trabaja esta asociación en defensa de la memoria histórica. Espino apuntó que "el pasado martes 25 de mayo fuimos a Sevilla a entregar las primeras muestras de ADN a los laboratorios, que confirmarán en unas dos semanas sin los huesos de dos varones corresponden con las personas que imaginamos". Para ello, se compararán las muestras con las de los que los técnicos creen que son sus familiares. No obstante, el presidente de Aremehisa sostuvo que "no podemos revelar los nombres de ninguna de las víctimas". Así, aclaró que, en este caso, las víctimas fueron represaliadas en julio de 1936. En este sentido, Espino dijo que entre los meses de julio y agosto del primer año de Guerra Civil sufrió Aguilar la época más dura de represión.

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