miércoles, 15 de septiembre de 2010

Paco Roca no quiere olvidar la vergüenza



El dibujante recupera un triste episodio de la Guerra Civil

Público.es/PEIO H. RIAÑO MADRID



En la nueva novela gráfica de Paco Roca, Premio Nacional de Cómic con Arrugas (Astiberri), da su versión del significado de memoria histórica. Con guión de SergueiDounovetz, la mano del autor dibuja la marcha de los españoles amenazados por el ejército rebelde tras la toma de Barcelona. "La Guerra Civil ya es un género más. Cada generación lo redescubre: no es lo mismo la posguerra que contaba Carlos Giménez que la visión de cualquiera de los nuevos. Cada uno mirará ese capítulo de la historia de una manera diferente", comenta a Público el autor de El ángel de la retirada, que acaba de publicar la editorial Bang.

No es la primera vez que el reconocido autor se acerca al episodio más sangriento de nuestra historia; en El faro (Astiberri) ya dejó entrever algún pasaje relacionado. Reconoce que el tema le interesa, tanto por sus múltiples ángulos narrativos como por sus reivindicaciones. En este caso se ha interesado por el poso del pasado español en el sur de Francia, recorrido por la nieta de uno de aquellos hombres que escapó de la represión por las montañas y las vías de Port Bou.

El artista acudió a las fotos de Centelles para documentarse
Del capítulo apenas encontró documentación. Cree que en España nunca interesó el tema y en Francia es un tema tabú todavía: "Siempre quise contar el trato indigno que dieron en Francia a nuestros refugiados. Lo que pasó en aquellos campos fue algo vergonzoso".

Entre las escasas fuentes que ha encontrado que traten el asunto destaca la documentación gráfica que pudo desarrollar el fotógrafo Agustí Centelles, refugiado en el campo de Bram, fugado también por Argelès-sur-Mer, y único fotógrafo en retratar la degradante vida del refugiado en esos campos. "Los refugiados somos una atracción. Hacen pagar seis francos para visitarnos (sin comentarios)", escribe Centelles en uno de sus diarios (que ha publicado la editorial Península). "¿Qué hacemos, pues, aquí encerrados, escarnecidos, tiranizados? ¿Hasta este punto se está jugando con nosotros?", en otro momento.

Ser del pasado
"La Guerra Civil ya es un género más. Cada generación lo redescubre", dice
El libro reclama la identidad como algo más allá de las fronteras. El pasado es más importante que el lugar de nacimiento parece decirnos en su búsqueda la nieta francesa del asesinado, con quien tiene encuentros desde el más allá. Fantasía, el arma secreta de Paco Roca. "Para mí es importante. La fantasía es la única manera de solucionar los problemas de la realidad. El cómic es un medio perfecto para reivindicar estas lecturas. Además de ser absolutamente libre para hablar de temas complicados sin concesiones, narrativamente te permite pasar de lo realista a lo fantástico, de la intimidad a la distancia", asegura.

De ahí la escena más dramática del libro, donde la joven protagonista camina por la cola de los refugiados que pasan junto al campo de concentración y una anciana le grita: "¡Es el campo de la vergüenza! ¡El campo del desprecio!" ¡Dilo! ¡Donde vayas, dilo!", como si se lo dijera al autor de este cómic. Roca se entrega a esta recuperación: "La memoria histórica está ayudando a aceptar nuestro pasado. En este momento podemos mirar atrás y llevarnos bien con el pasado".

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