sábado, 8 de enero de 2011

El último adiós a la "Rosa que nunca se marchitó"



Angelita Cuesta, fallecida el miércoles a los 91 años y quien fuera compañera de las trece jóvenes conocidas como "Las trece rosas" que fueron fusiladas en 1939 por ser militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), ha sido enterrada hoy en Valencia.

Según ha explicado el coordinador del Grupo valenciano para la recuperación de la memoria histórica, Matías Alonso, Cuesta, hermana de Carmen, otra de las compañeras de "Las trece rosas", también sufrió los "avatares de aquellos días de plomo y venganza" al final de la Guerra. En una nota de prensa, ha dicho que "Angelita fue la rosa que nunca se marchitó. Se fue entera, fresca y luchadora, arrancada de repente por la fatalidad. Murió por un accidente, pero no sin plantear su última lucha encarnizada frente a la muerte durante trece días".

La república en el féretro
"Ella misma nos dijo en vida que en su último viaje quería llevar consigo la bandera republicana, y así ha sido. Por lo menos eso no se le ha negado", ha proseguido Alonso en el comunicado. El coordinador, que ha asistido al entierro, ha afirmado que el testigo de Angelita lo toman ahora sus nietos, porque "esta historia no puede terminar aquí".

"Las hermanas Cuesta merecen este último gesto hacia su memoria y la de otros centenares, miles, de personas que junto a su padre, Alfonso, pagaron con sus vidas su lealtad al régimen legítimo y su defensa de ideales de libertad hoy plenamente vigentes en toda Europa", ha considerado.

"Descansen en paz las hermanas Cuesta, desaparecidas con escasos dos meses de diferencia. Nosotros seguiremos en el empeño de que, como ellas, puedan descansar otras miles de víctimas y familiares que tampoco tienen sitio donde honrar la memoria de sus difuntos desaparecidos", ha concluido.

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