El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia respalda la aplicación de la Ley de Memoria Histórica por parte del Concello de A Coruña al desestimar el recurso de una asociación de veteranos que reclamaba el regreso del fundador de la Legión a su plaza
Público.es/HENRIQUE MARIÑO Madrid
La estatua de un maltrecho general golpista seguirá almacenada en el olvido de un almacén del Concello de A Coruña. Una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso presentado por una asociación de veteranos de la Legión, que se había opuesto a la retirada de la figura del militar franquista José Millán-Astray de la plaza homónima.
La decisión había sido adoptada en 2009 en un pleno de la corporación municipal, con los votos a favor de los concejales del gobierno bipartito integrado por el PSdeG y el BNG, que decidieron también quitarle el título de hijo predilecto.
La aplicación de la Ley de Memoria Histórica generó una "cascada de pleitos", recuerda el concejal Xosé Manuel Carril, líder del partido nacionalista en la ciudad gallega, hoy en la oposición. La propia hija de Millán-Astray, Peregrina, presentó un recurso que prosperó en parte: un juzgado exigió al ayuntamiento que le devolviese el título honorífico, que había sido otorgado antes de la Guerra Civil, a su difunto padre; sin embargo, no ordenó devolver la estatua a su emplazamiento original ni restituir el nombre de la plaza, que todavía rinde homenaje al fundador de la Legión. En todo caso, la sentencia no se ha hecho efectiva, pues está pendiente de resolución un recurso presentado ante el TSXG por la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica de A Coruña.
La restitución del título de hijo predilecto de A Coruña, pendiente de la resolución de un recurso Además de Peregrina Millán-Astray, también reclamó la Asociación Cultural y Deportiva de Veteranos de la Legión 20 de Septiembre, pero la Justicia no le dio la razón. Elevaron entonces su queja al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, aunque en esta ocasión los exmilitares optaron por dejar a un lado la recuperación del título de hijo predilecto y se centraron en el regreso de la estatua a la plaza. La sentencia definitiva, dada a conocer ayer, desestima el recurso de apelación y les obliga a pagar las costas.
Pero, sobre todo, también permite vislumbrar a los coruñeses que luchan por la supresión de la simbología fascista un hipotético fallo judicial favorable del TSXG que permita a su ciudad romper los lazos familiares que le unen con el autor del "necrófilo e insensato grito" –como lo calificó Miguel de Unamuno– de "¡Viva la muerte!".
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