Homenaje a las víctimas del golpe, la represión y la dictadura fascista
Sevilla, 24 de noviembre de 2012
Organizaciones ciudadanas, sociales, sindicales y políticas comprometidas con nuestra
memoria democrática celebramos este homenaje conjunto a las víctimas de la Dictadura
franquista. Un homenaje hacia tantos hombres y mujeres que, desde 1936 a 1977, sufrieron
desapariciones forzadas, asesinatos, torturas, detenciones, despidos, prisiones, exilios y
todas aquellas formas de represión ejercidas por la barbarie fascista.
Nuestro homenaje es hacia todos aquellas personas que quisieron cambiar la sociedad para
hacerla mas igualitaria, que lucharon para conquistar espacios en la vida pública, que
abogaron por la pluralidad ideológica y que se enfrentaron a los golpistas sublevados contra
el gobierno republicano. A todos los que lucharon durante décadas y desde los diversos
ámbitos sociales, laborales y culturales por derrocar la dictadura y conquistar la democracia.
Entre ellos hay hombres y mujeres, con mayor o menor compromiso político y social, con
simpatías o militancias republicanas, socialistas, comunistas, anarquistas, andalucistas, o
gentes sin partido.
Fueron cientos de miles las personas represaliadas a lo largo de los cuarenta años que duró
una dictadura que comenzó y terminó matando. Rendimos homenaje a hombres y mujeres
como Antonio Ariza Camacho, maestro que llenó nuestra ciudad de azulejos en defensa de
los pájaros, como el gran poeta andaluz Federico García Lorca, como las 19 mujeres de
Guillena o Isabel Atienza, asesinada por ser madre del sindicalista Saturnino Barneto, por
los miles de ciudadanos y ciudadanas que pasaron por los Consejos de Guerra o por el
posterior Tribunal de Orden Público. Como Blas Infante, a quien el Preámbulo del Estatuto
de Autonomía para Andalucía reconoce como “Padre de la Patria Andaluza”. Como tantos
trabajadores y trabajadoras que lucharon por defender a su clase y lo pagaron con despidos,
exilio, cárcel e incluso con la vida, como Antonio Huertas, Cristóbal Ibáñez y Manuel
Sánchez, albañiles de Granada asesinados en la huelga de la construcción de 1970; o Manuel
José García Caparrós, asesinado en Málaga por la policía en 1977 por defender la autonomía
de Andalucía y los miles y miles de hombres y mujeres anónimos, asesinados y enterrados
en cunetas y fosas comunes en los años oscuros que comienzan con el golpe militar del
verano de 1936. A tantos bebés robados de los brazos de sus madres o a quienes sufrieron
cárcel o fueron sometidos a trabajos forzados en campos de concentración como el de Los
Merinales, en Sevilla.
Rendimos homenaje a los miles de personas, pertenecientes a profesiones como la
enseñanza o la medicina o al funcionariado, que fueron despojados de sus títulos y
profesiones en procesos de depuración política.
También rendimos homenaje a quienes no se rindieron ante la barbarie, a los que
combatieron al fascismo con las armas en las milicias obreras, los ejércitos de la república o
la guerrilla, a quienes organizaron partidos y sindicatos para defender a la clase trabajadora
y luchar por las libertades, a quienes empezaron a resistir el 19 de julio de 1936 y quienes
continuaron de diversa forma la resistencia a lo largo de cuarenta años.
Sin ellos, sin ellas, no existiría nuestra historia. Sin ellos, sin ellas, no disfrutaríamos hoy de
las libertades democráticas. Por ello creemos que toda la sociedad les debe el homenaje que
hoy les brindamos. Reivindicamos para ellos, para ellas, el reconocimiento que toda la
sociedad les debe y exigimos que se traduzca en su nombramiento colectivo como hijos
predilectos de Andalucía.
Exigimos, igualmente, para que este homenaje que la sociedad les debe no quede vacío de
contenido, que se pongan los medios necesarios para localizar, identificar y dar una
sepultura digna a quienes aún reposan en fosas sin identificar. Para que se acabe con el
modelo de impunidad basado en la Ley de Amnistía que hizo que esta ley actuara como una
ley de “punto final”. Del mismo modo exigimos que los crímenes franquistas sean
considerados a todos los efectos como crímenes de Lesa Humanidad, y, por tanto, sean
tratados partiendo de los tres principios básicos de verdad, Justicia y reparación
Este homenaje que proponemos debe partir de toda la sociedad andaluza, y, por tanto, no
debe ser propiedad de quienes hoy lo promovemos. Es una iniciativa abierta a todas las
fuerzas políticas, sindicales, sociales y ciudadanas, a las que invitamos a que se sumen a él.
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