Miles de refugiados huyen tras la caída de Málaga en manos de las tropas franquistas.
El médico canadiense Norman Bethune socorrió a las víctimas de los bombardeos franquistas
contra la población civil en la carretera de Málaga-Almería en 1937. Un crimen que no ha prescrito
Hablamos de la presencia del doctor Norman Bethune [Gravenhurst, Canadá, 1890- Hebei, China, 1939] durante ‘El crimen de la carretera Málaga- Almería” (febrero 1937)’, siguiendo el enunciado de su propio escrito.
Se preguntaba, cargado de razón, al final del mismo: “¿Qué crimen habían cometido estos hombres de la ciudad para ser asesinados de modo tan sangriento? Su único crimen había sido el de votar por un Gobierno del pueblo”.
Ciertamente, ninguno. Pero se vieron forzados a huir cuando las fuerzas militares rebeldes --con el apoyo de unidades fascistas italianas-- ocuparon Málaga el 8 de febrero de aquel año. Porque, desde aquel día la represión fue terrible. Fue una de las violaciones más masivas y sistemáticas de los derechos humanos cometidas por el franquismo desde el inicio de la sublevación. Así lo han reconocido numerosos estudiosos e historiadores.
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