Diario Público
PABLO FRAILE - SEVILLA - 25/08/2009 23:00
La Junta de Andalucía acelera su plan para dar más rigor a la política de exhumación de fosas, ordenando las prioridades y poniendo en primer plano a los familiares de las víctimas y a las asociaciones de memoria histórica. Juan Gallo, comisario de la Memoria Histórica de Andalucía, avanzó ayer a Público que la próxima semana se publicará en el boletín oficial de la comunidad el protocolo que marcará las pautas fijas para todas las exhumaciones.
Con el objetivo de "racionalizar" los procedimientos, la Junta procederá en una primera fase a la apertura, si hay demanda, de una fosa en cada una de las ocho provincias andaluzas "antes de empezar con la segunda", según Gallo. "Las asociaciones o familias serán las que propongan las exhumaciones. Como hemos hecho en el cementerio de San Rafael, en Málaga [la fosa más grande de Andalucía] o en La Puebla de Cazalla [Sevilla], nuestro criterio es el de colaborar, mediante convenio, con todas las partes implicadas", añade el comisario.
La selección de las fosas se basará en criterios tales como la solidez y viabilidad del proyecto. "Las prioridades serán la vitalidad de la asociación, que el caso esté documentado, que haya medios técnicos o que la familia esté detrás", explica Gallo, que justifica la exhaustividad del protocolo en la necesidad de marcar con claridad las reglas del juego. "En Andalucía es donde más fosas hay. La guerra empieza de Despeñaperros para arriba. Aquí hay un genocidio, un ejército contra la población desarmada", argumenta.
Plazo de alegaciones
El protocolo marca el itinerario para la fosa de Alfacar (Granada), donde supuestamente se encuentran los restos de Federico García Lorca, el maestro Dióscoro Galindo, los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas y el inspector de tributos Fermín Roldán.
El procedimiento seguido hasta ahora en esta fosa fija la pauta de futuras actuaciones. La Consejería de Justicia, que actúa a demanda de las familias de Galindo, Alcóllar y Roldán, sólo tratará de identificar estos restos humanos. En cambio, los descendientes de Lorca prefieren dejar las cosas como están, lo que ha llevado a la Junta a extremar sus cautelas para hacer compatibles los deseos de todas las familias.
El nuevo protocolo, según Gallo, incluirá la apertura de un plazo de alegaciones antes de cualquier exhumación, algo que se hizo por vez primera el pasado lunes con el caso de la fosa de Alfacar. Ahora, la familia de Lorca tiene 15 días para presentar sus objeciones. Varios de los descendientes del poeta se encuentran en estos momentos de viaje, lo que demorará hasta después de sus vacaciones la decisión.
No obstante, "en principio" la familia no tiene intención de alegar contra la exhumación, según ha reiterado la sobrina-nieta del poeta, Laura García Lorca. El comisario para la Memoria Histórica, Juan Gallo, subrayó ayer la intención de la Junta de estudiar a fondo "todas las alegaciones que se presenten", tanto en este caso como en el resto.
La Junta de Andalucía acelera su plan para dar más rigor a la política de exhumación de fosas, ordenando las prioridades y poniendo en primer plano a los familiares de las víctimas y a las asociaciones de memoria histórica. Juan Gallo, comisario de la Memoria Histórica de Andalucía, avanzó ayer a Público que la próxima semana se publicará en el boletín oficial de la comunidad el protocolo que marcará las pautas fijas para todas las exhumaciones.
Con el objetivo de "racionalizar" los procedimientos, la Junta procederá en una primera fase a la apertura, si hay demanda, de una fosa en cada una de las ocho provincias andaluzas "antes de empezar con la segunda", según Gallo. "Las asociaciones o familias serán las que propongan las exhumaciones. Como hemos hecho en el cementerio de San Rafael, en Málaga [la fosa más grande de Andalucía] o en La Puebla de Cazalla [Sevilla], nuestro criterio es el de colaborar, mediante convenio, con todas las partes implicadas", añade el comisario.
La selección de las fosas se basará en criterios tales como la solidez y viabilidad del proyecto. "Las prioridades serán la vitalidad de la asociación, que el caso esté documentado, que haya medios técnicos o que la familia esté detrás", explica Gallo, que justifica la exhaustividad del protocolo en la necesidad de marcar con claridad las reglas del juego. "En Andalucía es donde más fosas hay. La guerra empieza de Despeñaperros para arriba. Aquí hay un genocidio, un ejército contra la población desarmada", argumenta.
Plazo de alegaciones
El protocolo marca el itinerario para la fosa de Alfacar (Granada), donde supuestamente se encuentran los restos de Federico García Lorca, el maestro Dióscoro Galindo, los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas y el inspector de tributos Fermín Roldán.
El procedimiento seguido hasta ahora en esta fosa fija la pauta de futuras actuaciones. La Consejería de Justicia, que actúa a demanda de las familias de Galindo, Alcóllar y Roldán, sólo tratará de identificar estos restos humanos. En cambio, los descendientes de Lorca prefieren dejar las cosas como están, lo que ha llevado a la Junta a extremar sus cautelas para hacer compatibles los deseos de todas las familias.
El nuevo protocolo, según Gallo, incluirá la apertura de un plazo de alegaciones antes de cualquier exhumación, algo que se hizo por vez primera el pasado lunes con el caso de la fosa de Alfacar. Ahora, la familia de Lorca tiene 15 días para presentar sus objeciones. Varios de los descendientes del poeta se encuentran en estos momentos de viaje, lo que demorará hasta después de sus vacaciones la decisión.
No obstante, "en principio" la familia no tiene intención de alegar contra la exhumación, según ha reiterado la sobrina-nieta del poeta, Laura García Lorca. El comisario para la Memoria Histórica, Juan Gallo, subrayó ayer la intención de la Junta de estudiar a fondo "todas las alegaciones que se presenten", tanto en este caso como en el resto.
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