lunes, 2 de mayo de 2011

Luis Fuentes bordó 'Los campanilleros de la libertad' con el magnífico acompañamiento de la Banda Castillo de la Mota, dentro de las VI Jornadas de Dignificación y Recuperación de la Memoria Histórica








Extraido de la voz de Marchena.
Momento sublime el que se vivió en la Sala Municipal de Cultura durante el encuentro musical "Se llama memoria", celebrado con motivo de las VI Jornadas de Dignificación y Recuperación de la memoria histórica y la lucha contra el olvido, que se desarrollan en Marchena hasta el 4 de mayo. La maravillosa voz de Luis Fuentes interpretando Los Campanilleros de la Libertad con el magnífico acompañamiento de la Banda Castillo de la Mota pusieron en pie a un público absolutamente entregado a la causa y que disfrutó de un emotivo concierto, en el que estuvieron presentes representantes de los grupos municipales del PSOE e IU.




Tan apabullante fue el éxito, que al final del extraordinario concierto ofrecido por la Banda Castillo de la Mota, y cuando el público puesto en pie pedía más, el director José Miguel Troncoso en un gesto que le honra pidió a Luis Fuentes que de nuevo subiera al escenario para hacer un bis de esta versión de Los Campanilleros de la Niña de La Puebla, que según el historiador Javier Gavira era la versión más del pueblo que se cantaba antes del golpe franquista.



Por los campos de mi Andalucía

los campanilleros de la libertad

van luchando, gritando y cantando

los campanilleros de la libertad.

Y en la cárcel están sin comida

anarquistas que un día

a la España esclava querían libertar.

Amnistía reclaman los parias

para sus hermanos que sufren prisión

y sus gritos se ahogan en sangre

por los opresores de la situación.

Pero un día será

en que el pueblo se lance a la lu

y de estas mazmorras los libertará.

Anarquía sublime palabra,

la idea más hermosa de la Humanidad.

Hizo la presentación del acto Ana Ribas, secretaria de la Asociación DIME (Dignidad y Memoria), recalcando que el 1 de mayo es "un símbolo de lucha y justicia, que no debe caer en el olvido". Para Ana Ribas con estas VI Jornadas se "culmina el trabajo contra la desmemoria y contra la mentira impuesta por el franquismo, que aún perdura, tanto la mentira como el franquismo".
Continuó Ana Ribas haciendo un repaso de lo que sería el Programa del concierto, afirmando: "Conocido es por todos el tema de La lista de Schindler, banda sonora de la película que relata crímenes comparables con los sucedidos en nuestra propia casa. España también se llenó de campos de concentración, hubo un verdadero holocausto español y también españoles y andaluces en los campos nazis".

Comentó también otros temas como Ojos verdes, Te quiero o Triniá, cuyo autor Salvador Valverde, ahora homenajeado, sufrió la represión y el olvido, hasta el punto de tener que exiliarse a Francia para más tarde marcharse a su Argentina natal.

Para finalizar su intervención, la secretaria de DIME hizo un llamamiento para "que la música levante nuestros corazones contra la sinrazón, soñemos con que la música amanse a las fieras, cerremos nuestros ojos y rememoremos a los luchadores democráticos, y abrámoslos para continuar viendo las injusticias y luchemos contra ellas... aplaudamos con fuerza para decir quienes fueron, quienes somos. Salud y Memoria
Una cerrada ovación puso colofón a las palabras de Ana Ribas y dio paso al extraordinario concierto ofrecido por la Banda Castillo de la Mota, bajo la dirección de José Miguel Troncoso, que comenzó y terminó con la Lista de Schindler, antes de la interpretación de los Himnos de Andalucía y de Riego, y en medio la ya comentada actuación de Luis Fuentes, que puso a más de uno la piel de gallina y un Homenaje a la víctimas, con arreglos de José Miguel Troncoso, con Ana Ribas poniendo voz a la poesía de Ana María Valencia, que termina así:

A los muertos de la luz

amados

más allá de las palabras

desde la primera materia

hasta donde el tiempo alcanza.

Posteriormente, miembros y simpatizantes de DIME mantuvieron una convivencia en el Bar Santi de la Barriada Madre de Dios, donde tuvieron la oportunidad de escuchar las comprometidas canciones de los cantautores Lucía Sócam y Francisco Narváez, cuyas letras hicieron derramar algunas lágrimas entre los presentes, muchos de ellos familiares de víctimas del franquismo, como un tío del propio cantautor o la familia Ramírez, que como cada año se desplazan desde sus lugares de residencia, Madrid, Mallorca o Barcelona, para honrar la memoria de su abuelo, el concejal asesinado Ramón Ramírez Romero, y cumplir de esta forma con el deseo de su padre y que una de las Trece Rosas, Julia Conesa, pedía en su carta: "Que mi nombre no se borre en la Historia".

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