"La obra de Lorca es de todos, pero sobre él decide su familia"
La Consejera andaluza de Justicia ha asumido la responsabilidad de exhumar, tras años de indecisiones, la complicada fosa granadina
Diario Público.
RAÚL BOCANEGRA - SEVILLA - 12/09/2009 08:00
Abre la puerta del despacho ella misma. En el edificio que Queipo de Llano utilizó como cuartel general para sus órdenes de muerte, en la sevillana plaza de la Gavidia, sede hoy de la Consejería andaluza de Justicia, Begoña Álvarez (Granada, 1968) recibió a Público el martes pasado. Es la persona que ha impulsado la exhumación de la fosa de Alfacar (Granada), donde se cree que está enterrado el poeta Federico García Lorca, asesinado en 1936. En pocos meses, ha dado un giro importante a la política sobre memoria histórica de la Junta de Andalucía. Las exhumaciones ya no son tabú.
Abre la puerta del despacho ella misma. En el edificio que Queipo de Llano utilizó como cuartel general para sus órdenes de muerte, en la sevillana plaza de la Gavidia, sede hoy de la Consejería andaluza de Justicia, Begoña Álvarez (Granada, 1968) recibió a Público el martes pasado. Es la persona que ha impulsado la exhumación de la fosa de Alfacar (Granada), donde se cree que está enterrado el poeta Federico García Lorca, asesinado en 1936. En pocos meses, ha dado un giro importante a la política sobre memoria histórica de la Junta de Andalucía. Las exhumaciones ya no son tabú.
¿Por qué la Junta decide ahora exhumar la fosa en la que se cree que están los restos de Lorca?
Más que tomar la decisión, asumimos un deber con la historia, ya reflejado en la Ley de Memoria Histórica. Es deber de las Administraciones atender las peticiones de desaparecidos en la Guerra Civil y la posguerra y ayudarles en lo posible a localizarlos, a identificarlos.
Para empezar, es una fosa difícil.
En la fosa de Alfacar no sólo está Lorca, hay más familias que llevan años peleando. Había peticiones y había cierta confusión de que había ocultismo en esa fosa. El proceso de exhumación lo haremos con seriedad. Esto es una política muy seria, se trata de ser consecuentes con nuestra historia y no hay nada detrás, ni rencores ni enfrentamientos. A la historia le interesa cumplir un deber con determinadas familias.
Hay tres familias que apuestan por la exhumación, pero dos se oponen. ¿Cómo se resuelve este conflicto?
Vamos a respetar tanto los derechos de unos como los de otros. Podemos hacerlo. Una cosa son los restos y otra que apliquemos criterios de identificación a ese cadáver. Además, con la orden de exhumaciones que vamos a publicar en breve, garantizaremos que haya el mayor ámbito de respeto y confidencialidad en todas las labores. No vamos a publicar nada que pudiera dar a entender que un cuerpo pueda ser identificado sin aplicarle criterios científicos.
Como Junta, no publicarán nada, pero hay científicos que sí pueden tener un interés en hacer eso. ¿Existe riesgo para las familias?
"Exhumar la fosa de Alfacar era un deber con la historia. Debe saberse lo que ocurrió"
No, todo está previsto en la orden. Hay una cláusula de confidencialidad que se aplicará no solamente con posterioridad, sino también con anterioridad: en la selección de quienes van a participar en cada exhumación. Se seleccionaran bien las personas, vamos a mantener un rigor absoluto en eso. El Gobierno andaluz representa tanto a quienes quieren identificar como a los que no.
¿Cómo se van a hacerlas identificaciones?
Hay una identificación antropológica, por los huesos, y está la de ADN, que consiste en extraer ADN de los familiares y contrastarlo con los de los cuerpos. Así lo vamos a hacer.
Y después, ¿se devolveránlos cuerpos a la fosa?
Nosotros no decidimos sobre los restos. Los familiares deciden. Los que no quieran, por supuesto, vuelven a la fosa sin identificación alguna. Nosotros no queremos hacer nada con los restos. Queremos realizar una constatación histórica de un hecho que ocurrió; alguien que le pegó un tiro a esas personas. Y eso tiene que saberlo la gente. No puede ocurrir que dentro de 15 años alguien niegue que eso ocurrió. Eso es lo que le interesa a la Junta de Andalucía en política de memoria histórica. Ser consecuentes con la historia. Una vez hecho eso, si algún andaluz nos reclama que identifiquemos a un familiar suyo, por supuesto que lo ayudaremos. Pero no decidimos sobre dónde van los restos ni vamos a hacer ningún tipo de maniobra extraña con ellos.
El cráneo de Lorca tiene unas características particulares. Podría servir para identificarlo.
No lo vamos a saber, porque está la cláusula de confidencialidad. Además, la propiedad de los informes va a ser de la Junta de Andalucía, no la propiedad intelectual, evidentemente. Nosotros decidiremos qué tiene interés general, para que pueda ser publicado, y qué debe ser protegido, porque es de interés particular y sólo pertenece a los familiares.
¿De quién es Lorca? ¿De sus familiares, de todos?
Una cosa es que su obra sea patrimonio de todos y otra cosa es que podamos decidir sobre aspectos que son estrictamente de la familia.
¿Permite la nueva orden exhumaciones de oficio?
Sí, las abordaremos tanto cuando haya un interés particular como cuando la Consejería vea un interés general, un interés histórico. Lo haremos incluso cuando no haya petición de parte.
¿Quién valora el interés general?
Habrá un comité técnico, que está definido en la orden.
¿La orden regulará todas las exhumaciones, tanto las que financien como las que no?
"Ayudaremos a cualquiera que nos pida que identifiquemos a un familiar suyo"
En todos los casos, debe actuarse conforme a la orden. Aunque no financiemos, se elaborará un convenio con la institución correspondiente.
¿En qué casos la Junta puede negarse a exhumar?
En todos los casos vamos a dar un trámite de alegaciones a las familias y decidiremos si se exhuma parcial, totalmente o, por el contrario, no se realiza el trabajo. Cabe la opción de que sólo haya una persona en la fosa y el familiar no quiera identificarlo. En los demás casos, sería más difícil [negarse].
Su antecesora en el cargo estudiaba declarar las fosas bienes de interés cultural. ¿Está descartada esta idea?
Actuamos dentro de nuestras competencias. Esas son competencia de la Junta, pero de Cultura. Evaluamos dentro de nuestras competencias y tenemos un órgano específico, que es el comisario de la memoria histórica [Juan Gallo].
¿Seguirán las subvencionespara estudios y homenajes?
Vamos a seguir apoyando con toda contundencia esas líneas y a compatibilizarlas con las exhumaciones.
¿Cuánto se pretende destinara cada apartado?
Depende de los presupuestos de cada año, de las peticiones que tengamos y de las valoraciones de los comités técnicos. No tenemos claro cuánto a exhumaciones y cuánto a políticas importantes, como la investigación y la divulgación.
¿Se plantea una ley de fosas como en Catalunya?
Creemos que con las órdenes y con el comisariado quedan perfectamente completadas estas políticas.
¿Se ha tenido en cuenta el protocolo del Gobierno?
El protocolo que incluye la orden se basa en los aspectos técnicos en que estuvo trabajando el Gobierno. Nos adaptaremos si el Gobierno incluye otros aspectos
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