Nuestro compañero y amigo Ángel del Río nos recomienda el documental:
Los caminos de la memoria, se puede visualizar en Sevilla en Cine Avenida. 30 de Junio , a las 19,30
Reseña del País
EL PAÍS, viernes 30 de octubre de 2009
cultura
Recordar, desenterrar a los muertos es una cuestión de piel.
De regenerar los huesos que inundan esas fosas anónimas, de cerrar heridas para no reabrirlas, de volver a revestir el olvido de dignidad. Con ese propósito,
José Luis Peñafuerte, cineasta belga, hijo de exiliados españoles, se ha echado la cámara al hombro para rodar durante tres años un emocionante documental que se estrenó ayer en la Seminci de Valladolid. Se titula Los caminos de la memoria y es la primera gran película surgida al amparo de la Ley de Memoria Histórica. Un recuento del empeño por devolver la dignidad de los represaliados en el franquismo.
Peñafuerte es un tipo de principios.
Un artista de esos a los que les gusta husmear sobre las injusticias pestilentes. Mezcla de asturiano y sevillana, engendrado en la diáspora, nació en Bruselas hace 36 años. Allí fue a parar gran parte del exilio y 5.000 niños despojados de susfamilias que le sirvieron para hacer su primer documental. “Se titulaba Niños, y es de 2001; aún me piden que vaya a dar charlas por toda Europa con él”.
Cuando lo terminó, creyó que había cumplido con la deuda con su parte española. No
era suficiente. Con el proceso de desenterramiento de fosas comunes —en las que yacen, según los que saben del asunto, 130.000 muertos de la posguerra fascista— algo se le removió dentro. “Algo que iba acompañado de una necesidad. Se acababan
los testimonios directos de aquellos años. Había que contarlo todo de viva voz. Era
una cuestión de urgencia biológica. Se mueren”, comenta Peñafuerte.
Así, fue hablando con gentes que lo sufrieron en propia carne. Desde Jorge Semprún
a Marcos Ana u otros presos políticos. Con ellos ha compuesto este sutil y certero fresco de la memoria rota por la guerra y la represión, el más ambicioso de los que se han rodado hasta la fecha con ese telón de fondo. En la digna estela de otros anteriores como Santa Cruz, por ejemplo, de Günter Schwaiger, La mala muerte, de
Fidel Cordero y José Manuel Martín, o Las fosas del silencio, de Montse Armengou y Ricard Belis.
También le ayudaron quienes se colocan a pie de campo. Como el forense Francisco Echeverría, uno de los personajes clave en el documental y en todo el proceso de recuperación de las víctimas. O Emilio Silva, presidente de la Asociación para la
Recuperación de Memoria Histórica. “Éste es el trabajo en el que más tiempo y recursos se han empleado hasta el momento.
Parte de las fosas, pero lo proyecta de una forma intergeneracional.
Va de los abuelos a los bisnietos que lo estudian ahora en los institutos, aunque no como debería hacerse. Es un horror lo que se hace con este asunto
en la educación”, comenta. Entre todos han tratado de hacer un ejercicio de, define el director del documental, “reequilibrio de la memoria”. Es algo que comenta Semprún en el filme: “La balanza está todavía en el lado de los vencedores”.
Lo asegura después de contemplar la verja de Buchenwald, donde el escritor español estuvo encerrado. El desnivel entre los bandos a la hora de resolver las cuentas es claro. Más si se tiene en cuenta que hay cientos de miles de muertos sin identificar
en las cunetas. Los vencedores nunca han tenido que apartar las telarañas del miedo, ni esconderse, ni reivindicarse. Incluso en la España democrática, como muestra el documental cuando acude a actos de exaltación franquista en el Valle de los Caídos o en la plaza de Oriente. “Allí se hace la apología del terror que en otros países europeos está prohibida por ley”, denuncia Peñafuerte.
“No es de recibo”. Es una cuestión de higiene democrática, cree Silva. “Más cuando muchas de esas defensas y muchos monumentos se mantienen con nuestros impuestos”,
asegura el presidente de la Asociación de Memoria Histórica. No es pesimista Peñafuerte en cambio con los últimos avances de reparación histórica que se están consiguiendo en España. En cierto modo, pese a que estos procesos de dignificación de las víctimas se han bordado en algunos países latinoamericanos, en Europa hay mucho por andar. “En el fondo, dado que yo creo que estos procesos se deben llevar desde la sociedad civil, España está resultando pionera en muchos casos.
En Italia, el fascismo renace ahora porque nunca se ha abordado como debía, en Francia tampoco se ha entrado a fondo y no hay más que ver lo organizados que están, y en Alemania, la condena del nazismo se hizo por obligación”, comenta.
Y añade: “Es fundamental atravesar estos procesos para consolidar el sistema de libertades. España vive la edad de su madurez democrática. Ya ha cumplido más de 30 años en libertad.
Es un buen momento para afrontarlo”, comenta. Se trata de una cuestión de valores.
Valores primordiales, irrenunciables, esos que descansan en las declaraciones de derechos universales. “Por eso me interesaban especialmente los discursos de Marcos Ana o Semprún, porque no hablan de revancha, sino de principios. De alerta para
que no se repita la historia”, asegura Peñafuerte.
A pesar de las trabas, frente a los malos tragos y a las injusticias palpitantes. Que se lo pregunten al juez Garzón. El magistrado se atrevió a pisar una línea
dentro de uno de los poderes del Estado no elegidos democráticamente
y se lo quieren hacer pagar. “No hay nadie en los ámbitos judiciales europeos e internacionales que entienda la persecución que sufre Garzón”.
A no ser que se les hable de una perversa lógica de manos negras…
“Si no es por eso, no entra en la cabeza”.
Los barrancos de la memoria
Un hijo de exiliados firma el primer gran filme sobre las fosas de la Guerra Civil
Fotogramas de Los caminos de la memoria, de José Luis Peñafuerte.
JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid
Semprún: “La balanza está todavía del ladode los vencedores”
“Fuera de España no se entiende el acoso a Garzón”,dice el director
martes, 29 de junio de 2010
domingo, 27 de junio de 2010
Luces contra el olvido de las víctimas de Franco
Público.es.D. B. MADRID 27/06/2010
Miles de velas iluminaron ayer simbólicamente el recuerdo de las 113.000 personas que el régimen golpista hizo desaparecer en las cunetas y los descampados españoles desde 1936. Los participantes en el acto organizado por la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo encendieron anoche miles de velas en la Puerta del Sol de Madrid, a escasos metros de la antigua sede de la Dirección General de Seguridad, donde miles de españoles fueron torturados impunemente por la policía de la dictadura.
El homenaje se desarrolló con éxito pese a que los organizadores no pudieron contar con el ensayo general previsto en el Congreso de los Diputados el pasado jueves. Las mayorías del PP y el PSOE vetaron un acto en el que se pretendía encender simbólicamente velas en recuerdo de los desaparecidos tras la emisión en la sala Clara Campoamor de un conjunto de vídeos en recuerdo de las víctimas del franquismo. La Mesa del Congreso, presidida por el socialista José Bono, impidió la reproducción solicitada por Gaspar Llamazares (IU) alegando que ya se había impedido la emisión de otros vídeos similares.
Los vídeos contra el olvido se mostraron en la Puerta del Sol de Madrid
La organización, formada por familiares de víctimas del franquismo y por artistas, se sintió excluida de la Cámara de representación. Más si cabe después de comprobar cómo dos semanas antes el PSOE había emitido un documental de sus diputados en un homenaje a Pablo Iglesias. El Congreso aludió al precedente del documental de Manuel Martín Cuenca Últimos testigos: Manuel Fraga-Santiago Carrillo, comunista. Sin embargo, el realizador explicó a Público que el pase de su película fue suspendido por falta de audiencia: "En cualquier caso, no me ofendería que emitieran los anuncios. Al contrario, apoyo la campaña. Me sorprende que hayan utilizado mi ejemplo para vetarlos".
Para paliar el desaguisado de la Cámara Baja, los organizadores acompañaron el encendido de las velas con la proyección en una pantalla gigante de los 15 cortometrajes, donde artistas como Pedro Almodóvar, Javier Bardem, Juan Diego Botto o Carmen Machi interpretan a una víctima de los golpistas cuya familia sigue sin conocer su paradero. "¿Hasta cuando?", reivindica el final de cada anuncio, dirigido por la realizadora Azucena Rodríguez, con guión de Almudena Grandes.
"Pueblo por pueblo"
PP y PSOE vetaron su proyección en una sala del Congreso
Los organizadores expresaron a través de un manifiesto que el motivo del recuerdo fue reivindicar "verdad, justicia y reparación" para los familias de las víctimas, "buena parte de ellas aún desaparecidas en las cunetas y descampados; víctimas que, en muchos casos, nunca empuñaron las armas; que fueron objetivo de una política de terror sistemática por la cual los represores acudían pueblo por pueblo, ciudad por ciudad, casa por casa, en busca de aquellos que no habían apoyado el golpe de Estado o que simpatizaban con la República", señalaron en un comunicado.
"Buena parte de esta historia de España no se estudia aún en las escuelas e institutos y por ello es desconocida por la población. La Plataforma contra la Impunidad del Franquismo reivindica la importancia de la historia y la memoria. Porque la impunidad del pasado sienta las bases para la impunidad presente y futura", culminó el manifiesto.
Miles de velas iluminaron ayer simbólicamente el recuerdo de las 113.000 personas que el régimen golpista hizo desaparecer en las cunetas y los descampados españoles desde 1936. Los participantes en el acto organizado por la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo encendieron anoche miles de velas en la Puerta del Sol de Madrid, a escasos metros de la antigua sede de la Dirección General de Seguridad, donde miles de españoles fueron torturados impunemente por la policía de la dictadura.
El homenaje se desarrolló con éxito pese a que los organizadores no pudieron contar con el ensayo general previsto en el Congreso de los Diputados el pasado jueves. Las mayorías del PP y el PSOE vetaron un acto en el que se pretendía encender simbólicamente velas en recuerdo de los desaparecidos tras la emisión en la sala Clara Campoamor de un conjunto de vídeos en recuerdo de las víctimas del franquismo. La Mesa del Congreso, presidida por el socialista José Bono, impidió la reproducción solicitada por Gaspar Llamazares (IU) alegando que ya se había impedido la emisión de otros vídeos similares.
Los vídeos contra el olvido se mostraron en la Puerta del Sol de Madrid
La organización, formada por familiares de víctimas del franquismo y por artistas, se sintió excluida de la Cámara de representación. Más si cabe después de comprobar cómo dos semanas antes el PSOE había emitido un documental de sus diputados en un homenaje a Pablo Iglesias. El Congreso aludió al precedente del documental de Manuel Martín Cuenca Últimos testigos: Manuel Fraga-Santiago Carrillo, comunista. Sin embargo, el realizador explicó a Público que el pase de su película fue suspendido por falta de audiencia: "En cualquier caso, no me ofendería que emitieran los anuncios. Al contrario, apoyo la campaña. Me sorprende que hayan utilizado mi ejemplo para vetarlos".
Para paliar el desaguisado de la Cámara Baja, los organizadores acompañaron el encendido de las velas con la proyección en una pantalla gigante de los 15 cortometrajes, donde artistas como Pedro Almodóvar, Javier Bardem, Juan Diego Botto o Carmen Machi interpretan a una víctima de los golpistas cuya familia sigue sin conocer su paradero. "¿Hasta cuando?", reivindica el final de cada anuncio, dirigido por la realizadora Azucena Rodríguez, con guión de Almudena Grandes.
"Pueblo por pueblo"
PP y PSOE vetaron su proyección en una sala del Congreso
Los organizadores expresaron a través de un manifiesto que el motivo del recuerdo fue reivindicar "verdad, justicia y reparación" para los familias de las víctimas, "buena parte de ellas aún desaparecidas en las cunetas y descampados; víctimas que, en muchos casos, nunca empuñaron las armas; que fueron objetivo de una política de terror sistemática por la cual los represores acudían pueblo por pueblo, ciudad por ciudad, casa por casa, en busca de aquellos que no habían apoyado el golpe de Estado o que simpatizaban con la República", señalaron en un comunicado.
"Buena parte de esta historia de España no se estudia aún en las escuelas e institutos y por ello es desconocida por la población. La Plataforma contra la Impunidad del Franquismo reivindica la importancia de la historia y la memoria. Porque la impunidad del pasado sienta las bases para la impunidad presente y futura", culminó el manifiesto.
viernes, 25 de junio de 2010
Concentración en la Puerta del Sol
jueves, 24 de junio de 2010
Concentración en Plaza de la Gavidia
INVITACION VII FIESTA REPUBLICANA. Cádiz
Hemos recibido la siguiente invitación para los socios y colaboradores de DIME y por ende de tod@s los compañer@s que se quieran hacer partícipe:
INVITACION VII FIESTA REPUBLICANA
“MUSICA Y CULTURA EN LA CALLE”
Les invitamos a la VII edición de la Fiesta Republicana “Música y Cultura en la Calle”, que se celebrará el próximo sábado día 26 de junio a partir de las 21:00 horas, junto al Arco de Los Blancos en el Barrio del Pópulo. En esta ocasión contaremos con las actuaciones de la Cantautora Lucía Socam y de la Cantaora Flamenca Taila Marín .Así mismo se realizarán lecturas de textos de autores republicanos y de la constitución republicana.
Organiza Asamblea Local de Izquierda Unida de Cádiz, con la colaboración del Foro por la Memoria Histórica y República de Cádiz.
El Congreso veta a las víctimas del franquismo
Público.es/DIEGO BARCALA Madrid 23/06/2010
PP y PSOE impiden a IU reproducir vídeos de desaparecidos
Las víctimas del franquismo no tienen hueco en la cámara de representación popular. La Mesa del Congreso de los Diputados —nueve parlamentarios que organizan las actividades del hemiciclo— denegó hoy "por unanimidad" el permiso al diputado de IU Gaspar Llamazares para reproducir en una sala del recinto los vídeos de la Plataforma Contra la Impunidad en los que varios artistas dan voz a los represaliados de la dictadura.
"Sin duda hay detrás de esta decisión un prejuicio político que se está cebando con todas las iniciativas que tienen que ver con la memoria", lamentó Llamazares. Fuentes parlamentarias de los partidos con representación en la Mesa (PP, PSOE, CiU y PNV) aseguraron que la decisión "ni siquiera fue votada" porque ya se habían impedido anteriormente similares propuestas. Las mismas fuentes añadieron que las mayorías del PP (cuatro diputados) y PSOE (tres) impidieron la autorización.
Almudena Grandes presenta la historia de un fusilado: "Mi familia me sigue buscando, ¿Hasta cuando?"
El precedente de un acto similar más polémico tuvo como protagonista precisamente al diputado que preside la Mesa, José Bono, que en un homenaje a los represaliados de la dictadura el 15 de junio de 2008 censuró a un veterano republicano por mostrar la bandera tricolor. "Condeno esta manifestación espontánea que quita valor a los que pasaron parte de su vida en la cárcel", espetó el dirigente manchego después de presentar el acto "en la casa de todos".
Los precedentes aludidos por los diputados fueron la prohibición al director de cine José Luis Cuerda de reproducir Los girasoles ciegos y otro evento que pretendía mostrar unos cortometrajes de la vida de Manuel Fraga y Santiago Carrillo. Sin embargo, la plataforma que impulsó los vídeos contra la impunidad del franquismo recordó que el 1 de abril de 2009 se emitió el documental Imágenes contra el olvido con motivo del 70 aniversario del final de la Guerra Civil.
"La Cámara no se puede convertir en un Palacio de Congresos", aseguró a Europa Press un miembro de la Mesa del Congreso. "Es indignante que se compare a las víctimas de delitos tan graves como los cometidos por el franquismo con una película comercial o una feria de muestras", denunció el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva.
El acto de Pablo Iglesias
Los familiares de las víctimas lamentaron el agravio comparativo con el acto que homenajeó hace 15 días en el mismo recinto a los diputados socialistas en el centenario de la fecha en la que Pablo Iglesias, fundador del PSOE, obtuvo su escaño. En ese acto se proyectó un vídeo de la historia de los diputados socialistas "sin que supusiera un problema", protestó la ARMH en un comunicado.
"Hay un prejuicio político que se está cebando con todas las iniciativas que tienen que ver con la memoria"
La plataforma reproducirá el próximo sábado a las 22.30 en la Puerta del Sol de Madrid los spots después de encender miles de velas en recuerdo de los desaparecidos del franquismo.
Los cortometrajes dirigidos por la realizadora Azucena Rodríguez con guión de la escritora Almudena Grandes representan el testimonio de un fusilado que termina diciendo: "Mi familia me sigue buscando. ¿Hasta cuando?".
PP y PSOE impiden a IU reproducir vídeos de desaparecidos
Las víctimas del franquismo no tienen hueco en la cámara de representación popular. La Mesa del Congreso de los Diputados —nueve parlamentarios que organizan las actividades del hemiciclo— denegó hoy "por unanimidad" el permiso al diputado de IU Gaspar Llamazares para reproducir en una sala del recinto los vídeos de la Plataforma Contra la Impunidad en los que varios artistas dan voz a los represaliados de la dictadura.
"Sin duda hay detrás de esta decisión un prejuicio político que se está cebando con todas las iniciativas que tienen que ver con la memoria", lamentó Llamazares. Fuentes parlamentarias de los partidos con representación en la Mesa (PP, PSOE, CiU y PNV) aseguraron que la decisión "ni siquiera fue votada" porque ya se habían impedido anteriormente similares propuestas. Las mismas fuentes añadieron que las mayorías del PP (cuatro diputados) y PSOE (tres) impidieron la autorización.
Almudena Grandes presenta la historia de un fusilado: "Mi familia me sigue buscando, ¿Hasta cuando?"
El precedente de un acto similar más polémico tuvo como protagonista precisamente al diputado que preside la Mesa, José Bono, que en un homenaje a los represaliados de la dictadura el 15 de junio de 2008 censuró a un veterano republicano por mostrar la bandera tricolor. "Condeno esta manifestación espontánea que quita valor a los que pasaron parte de su vida en la cárcel", espetó el dirigente manchego después de presentar el acto "en la casa de todos".
Los precedentes aludidos por los diputados fueron la prohibición al director de cine José Luis Cuerda de reproducir Los girasoles ciegos y otro evento que pretendía mostrar unos cortometrajes de la vida de Manuel Fraga y Santiago Carrillo. Sin embargo, la plataforma que impulsó los vídeos contra la impunidad del franquismo recordó que el 1 de abril de 2009 se emitió el documental Imágenes contra el olvido con motivo del 70 aniversario del final de la Guerra Civil.
"La Cámara no se puede convertir en un Palacio de Congresos", aseguró a Europa Press un miembro de la Mesa del Congreso. "Es indignante que se compare a las víctimas de delitos tan graves como los cometidos por el franquismo con una película comercial o una feria de muestras", denunció el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva.
El acto de Pablo Iglesias
Los familiares de las víctimas lamentaron el agravio comparativo con el acto que homenajeó hace 15 días en el mismo recinto a los diputados socialistas en el centenario de la fecha en la que Pablo Iglesias, fundador del PSOE, obtuvo su escaño. En ese acto se proyectó un vídeo de la historia de los diputados socialistas "sin que supusiera un problema", protestó la ARMH en un comunicado.
"Hay un prejuicio político que se está cebando con todas las iniciativas que tienen que ver con la memoria"
La plataforma reproducirá el próximo sábado a las 22.30 en la Puerta del Sol de Madrid los spots después de encender miles de velas en recuerdo de los desaparecidos del franquismo.
Los cortometrajes dirigidos por la realizadora Azucena Rodríguez con guión de la escritora Almudena Grandes representan el testimonio de un fusilado que termina diciendo: "Mi familia me sigue buscando. ¿Hasta cuando?".
viernes, 18 de junio de 2010
In memoriam de un ciudadano universal: José Saramago
Ha dejado de escribir, pero nos ha dejado sus pensamientos, sus ideales su pensamiento crítico , su solidaridad con la causa memorialista, su razón , su aliento para seguir luchando.
"Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia" José Saramago
Entre libros y palabras, el escritor portugués José Saramago murió este viernes dejando tras de sí frases que definen el pensamiento de una de las plumas más brillantes del siglo XX.
LITERATURA
- "Yo no escribo para agradar ni tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar" (2009)
- "Sigo escribiendo, intentándolas comprender (las cosas), porque no tengo nada mejor que hacer y sabiendo que llegaré al final sabiendo lo mismo que sabía antes, es decir poco o casi nada" (2007)
- "El triunfo nunca ha sido un objetivo para mi" (2007)
- "En un tiempo como el de ahora, en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto ¡ojo con los viejos!" (2007)
- "Antes de empezar a escribir, tengo que escuchar lo que suena en mi cabeza, porque si acabo una frase con todo sentido, pero a esa frase le faltan armonía y melodía, es que aún sigue incompleta" (2007)
- "No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo" (2005)
- "El escritor es sólo un pobre diablo que trabaja" (2004)
- "Yo no escribo por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo" (2003)
- "Si la literatura pudiera cambiar el mundo, ya lo habría hecho" (1999)
PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1998 (DISCURSO DE ACEPTACIÓN)
- "El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir"
- "Conocí gente del pueblo engañada por una Iglesia tan cómplice como beneficiaria del poder del Estado y de los terratenientes latifundistas, gente permanentemente vigilada por la policía, gente que durante innumerables veces fue víctima inocente de las arbitrariedades de una justicia falsa"
- "No he tenido que renunciar al comunismo para llegar al Nobel"
POLÍTICA
- "Antes nos gustaba decir que la derecha era estúpida, pero hoy día no conozco nada más estúpido que la izquierda" (2007).
- "Disentir es uno de los derechos que le faltan a la Declaración de los Derechos Humanos" (2009)
- George Bush, Tony Blair y José María Aznar son ejemplos de "mentiras universales" (2005).
- La democracia se ha convertido "en un instrumento de dominio del poder económico y no tiene ninguna capacidad de controlar los abusos de este poder" (2004)
- Sobre los secuestrados en Colombia: "Tres mil personas exigen en Colombia que sus vidas no sean utilizadas como peones en un ajedrez de intereses que no son los suyos" (2004).
- "Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia" (2005)
- Con la elección del alemán Joseph Ratzinger como Papa "la Inquisición ha subido al poder" (2005)
- "Ser comunista, socialista, o tener cualquier otra ideología es una cuestión hormonal" (1999)
- Sobre el Sahara: "La ONU debe imponer a Marruecos la obligación de cumplir con sus resoluciones porque no se puede, no vamos a repetir aquí, en este caso, lo que pasó y continúa pasando con el problema de la causa palestina" (2009)
MODERNIDAD
- "El centro comercial es la nueva catedral de la sociedad actual" (2001)
- El bombardeo informático y de la televisión "nos ha rodeado de un ruido de fondo que nos impide pensar, dialogar y que las personas se encuentren frente a frente" (1997)
- "Estamos llegando al fin de una civilización , sin tiempo para reflexionar, en la que se ha impuesto una especie de impudor que nos ha llegado a convencer de que la privacidad no existe" (2001).
MUERTE
- La muerte es un proceso "natural, casi inconsciente". "Entraré en la nada y me disolveré en ella" (2005)
- "Nuestra única defensa contra la muerte es el amor" (2005)
- "Espero morir como he vivido, respetándome a mí mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame" (1998)
- "El menor de los males de nuestra civilización es la indiferencia y el mayor la violencia y ahora nos movemos inevitablemente entre ambos polos negativos" (1996).
"Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia" José Saramago
Entre libros y palabras, el escritor portugués José Saramago murió este viernes dejando tras de sí frases que definen el pensamiento de una de las plumas más brillantes del siglo XX.
LITERATURA
- "Yo no escribo para agradar ni tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar" (2009)
- "Sigo escribiendo, intentándolas comprender (las cosas), porque no tengo nada mejor que hacer y sabiendo que llegaré al final sabiendo lo mismo que sabía antes, es decir poco o casi nada" (2007)
- "El triunfo nunca ha sido un objetivo para mi" (2007)
- "En un tiempo como el de ahora, en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto ¡ojo con los viejos!" (2007)
- "Antes de empezar a escribir, tengo que escuchar lo que suena en mi cabeza, porque si acabo una frase con todo sentido, pero a esa frase le faltan armonía y melodía, es que aún sigue incompleta" (2007)
- "No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo" (2005)
- "El escritor es sólo un pobre diablo que trabaja" (2004)
- "Yo no escribo por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo" (2003)
- "Si la literatura pudiera cambiar el mundo, ya lo habría hecho" (1999)
PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1998 (DISCURSO DE ACEPTACIÓN)
- "El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir"
- "Conocí gente del pueblo engañada por una Iglesia tan cómplice como beneficiaria del poder del Estado y de los terratenientes latifundistas, gente permanentemente vigilada por la policía, gente que durante innumerables veces fue víctima inocente de las arbitrariedades de una justicia falsa"
- "No he tenido que renunciar al comunismo para llegar al Nobel"
POLÍTICA
- "Antes nos gustaba decir que la derecha era estúpida, pero hoy día no conozco nada más estúpido que la izquierda" (2007).
- "Disentir es uno de los derechos que le faltan a la Declaración de los Derechos Humanos" (2009)
- George Bush, Tony Blair y José María Aznar son ejemplos de "mentiras universales" (2005).
- La democracia se ha convertido "en un instrumento de dominio del poder económico y no tiene ninguna capacidad de controlar los abusos de este poder" (2004)
- Sobre los secuestrados en Colombia: "Tres mil personas exigen en Colombia que sus vidas no sean utilizadas como peones en un ajedrez de intereses que no son los suyos" (2004).
- "Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia" (2005)
- Con la elección del alemán Joseph Ratzinger como Papa "la Inquisición ha subido al poder" (2005)
- "Ser comunista, socialista, o tener cualquier otra ideología es una cuestión hormonal" (1999)
- Sobre el Sahara: "La ONU debe imponer a Marruecos la obligación de cumplir con sus resoluciones porque no se puede, no vamos a repetir aquí, en este caso, lo que pasó y continúa pasando con el problema de la causa palestina" (2009)
MODERNIDAD
- "El centro comercial es la nueva catedral de la sociedad actual" (2001)
- El bombardeo informático y de la televisión "nos ha rodeado de un ruido de fondo que nos impide pensar, dialogar y que las personas se encuentren frente a frente" (1997)
- "Estamos llegando al fin de una civilización , sin tiempo para reflexionar, en la que se ha impuesto una especie de impudor que nos ha llegado a convencer de que la privacidad no existe" (2001).
MUERTE
- La muerte es un proceso "natural, casi inconsciente". "Entraré en la nada y me disolveré en ella" (2005)
- "Nuestra única defensa contra la muerte es el amor" (2005)
- "Espero morir como he vivido, respetándome a mí mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame" (1998)
- "El menor de los males de nuestra civilización es la indiferencia y el mayor la violencia y ahora nos movemos inevitablemente entre ambos polos negativos" (1996).
miércoles, 16 de junio de 2010
Agenda memorialista: Hoy en TVE, Siempre días Azules
Sinopsis:
Durante el franquismo, no pudieron acercarse al lugar donde estaban enterrados sus seres queridos. Con la transición, se les pidió silencio y paciencia. Luego, se les argumentó que ya era hora de olvidar y perdonar. En el año 2002, Isabel y Asunción consiguen abrir las fosas donde habían sido arrojados los huesos de sus hermanos. Se lo habían prometido a sus padres, y a sus noventa y tantos años, no les queda mucho tiempo, ni tienen ganas de escuchar más discursos. Como ellas, otras muchas personas siguen buscando a sus familiares. Son la cara humana de un debate sobre la memoria histórica que muchas veces se circunscribe al terreno político e intelectual
martes, 15 de junio de 2010
Cultura e Historia contra la impunidad del franquismo: Los relatos
Cineastas, actores, músicos y escritores se meten en la piel de 15 asesinados durante la Guerra Civil y la dictadura.- "Espero que sirva para avergonzar al Poder Judicial y que hagan algo", clama Silva, de la Asociación de la Memoria Histórica
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 14/06/2010
Artistas y familiares de víctimas del franquismo han presentado esta mañana un vídeo, realizado por la cineasta Azucena Rodríguez, en el que 15 escritores, actores y músicos ponen rostros y voz a otros tantos asesinados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Ninguno de los artistas que participan en el vídeo ha cobrado por ello. "Nunca hemos sentido tan fuerte un personaje como ahora", ha explicado emocionado el actor Juan Diego. "Ha sido necesario un vídeo así porque las historias de estas personas no están en los libros de texto, no se escuchan, no se sabe lo que han sufrido", ha denunciado Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, quien ha confiado en que el documental sirva, no solo para "avergonzar" a "los jueces que han perseguido a un juez por intentar investigar unos crímenes reales", sino para que "hagan algo".
Estos son los 15 relatos separados en el vídeo por el estruendo de la descarga de un pelotón de fusilamiento.
Pedro Almodóvar interpreta a Virgilio Leret Ruiz, aviador, Jefe de las Fuerzas Aéreas de la Zona Oriental de Marruecos. Fue el primer militar asesinado por sus compañeros sublevados al amanecer del 18 de julio de 1936 en la Base Aérea Militar de Melilla. No tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia. Sus hijas todavía lo están buscando. El cineasta no ha podido asistir a la presentación del vídeo porque estaba haciendo localizaciones para su próxima película, pero envió una nota en la que se leía: "No es una cuestión política, sino humana. España no debe olvidar la deuda que tiene con estas miles de familias".
Maribel Verdú pone voz a Primitiva Rodríguez, enlace de la guerrilla antifranquista, detenida el 6 de septiembre de 1947. Su sobrino iba con ella y vio cómo dos hombres la violaban detrás de unos arbustos mientras a él lo alejaban del lugar en una camioneta.
Javier Bardem es Francisco Escribano, un cabrero de 18 años al que fusilaron el 1 de julio de 1941 por haber robado "para los del monte" dos sacos de garbanzos, una manta, unas tijeras, seis calcetines, seis pañuelos y diez pesetas. En la misma tapia, y por el mismo delito, murieron su padre, dos de sus tíos y uno de sus primos.
Almudena Grandes se mete en la piel de Granada Garzón de la Hera. El cura de su pueblo la denunció por no estar casada por la Iglesia. Primero la excomulgaron, después, la raptaron y le raparon la cabeza. Fue fusilada con otras 16 mujeres. Después de enterrar sus cuerpos en un lugar desconocido, denunciaron a su marido. También fue asesinado, como el mayor de sus siete hijos. "Lo que han visto", ha dicho la escritora tras la presentación del vídeo, "no tiene que ver con el pasado de este país, sino con el presente, y sobre todo con su futuro. La democracia no puede seguir ignorando esta tragedia y caminando sobre el vacío. Esto no es un ejercicio nostálgico, sino una llamada a la reflexión sobre el tipo de país que queremos ser", ha añadido.
María Galiana, que antes de ser actriz fue maestra, recuerda la historia de Balbina Gayo Gutiérrez, maestra republicana, detenida el 9 de septiembre de 1936 y asesinada al día siguiente. A su marido, Ceferino Farfante Rodríguez, también maestro, lo mataron un día después, cuando fue a preguntar por ella. Dejaron tres hijas muy pequeñas que todavía los están buscando. Entre ellas, Hilda Farfante, que ha asistido, muy emocionada, a la presentación del vídeo. "Me ha parecido un grito contra tan largo y vergonzoso silencio. Nadie había hecho nada semejante por nuestros muertos. Gracias en nombre de 113.000 familias", ha dicho.
Juan Diego Botto es Santos Valentín Francisco Díaz, herrador, tesorero del Círculo Obrero. Fue detenido en agosto de 1936 y encerrado en un campo de concentración. En octubre de ese mismo año le fusilaron junto a otras seis personas en Villadangos del Páramo (León). Dejó siete hijos, el mayor de 17 años, el menor de 11 meses. Su cuerpo no ha sido recuperado. Botto ha agradecido esta mañana "el coraje, la generosidad y la inmensa paciencia que los familiares de las víctimas han demostrado todos estos años, desde la Transición", y ha deseado que el país "se ponga a su altura".
Carmen Machi pone voz a Isabel Picorel. El 26 de agosto de 1936 escapó de su casa junto a sus tres hijos, después de que la avisaran de que los falangistas iban a detenerla por sus simpatías republicanas y como castigo a su marido, quien, tras el golpe de Estado del 18 de julio, se había unido a las fuerzas democráticas republicanas de Asturias. Al volver a su casa para recoger algunas pertenencias fue detenida. La asesinaron junto a otros tres hombres en una cuneta en el municipio de Fresnedo.
Juan José Millás es Antonio Parra Ortega, un jornalero de 34 años, asesinado el 4 de septiembre de 1936. Tenía dos hijos y dos meses después de que lo asesinaran nació su hija Antonia que ha viajado desde Marchena a Madrid para ver el vídeo. "Me ha emocionado mucho conocerla", ha dicho Millás, al que le había impresionado mucho sobre todo, una imagen de la historia de Antonio Parra. "Su mujer enterró los libros que había en casa en el patio porque ella sabía que lo habían matado por leer".
Aitana Sánchez-Gijón recuerda a Julia Conesa, una de las 13 rosas. En mayo de 1939 un conocido de su novio la denunció a la policía. La fusilaron el 5 de agosto. Tenía 19 años. La actriz, muy emocionada, ha reconocido, tras ver el vídeo, que le estaba costando "mantener la compostura". "La democracia no es completa si no hay reparación. Ya basta", ha dicho.
Paco León se pone en la piel de su bisabuelo, Joaquín León Trejo, maestro de escuela en un pueblo de Sevilla. Un alumno le denunció por republicano. Le fusilaron a él y a sus dos hermanos.
Pilar Bardem habla en nombre de María Álvarez, que durante años ayudó a los guerrilleros antifranquistas. Fue asesinada con su hermano Marcelino en julio de 1951.
José Manuel Seda recuerda a Gerardo González Iglesias, jornalero, militante de UGT y padre de cuatro hijos. Al comienzo de la guerra se alistó como miliciano. Fue fusilado el 5 de marzo de 1938. Fue a parar a una fosa común. Sus hermanos Ángel, de 32 años y Ramón, de 26, también fueron asesinados. En la presentación del vídeo ha destacado la valentía de los que, como Gerardo González, habían dado su vida por defender sus convicciones. "Me pregunto si yo sería capaz de tirarme al monte para defender lo que creo".
Hugo Silva es José Villalibre Toral, albañil y labrador. El 22 de agosto de 1936 fueron a buscarlo un grupo de falangistas, que lo asesinaron horas después. Tampoco tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia.
Miguel Ríos recuerda a Severiano Rivas, alcalde republicano. Fue detenido en 1936 mientras estaba tomando un café. A los dos meses, le pegaron un tiro y abandonaron su cuerpo en los alrededores del cementerio.
Juan Diego es Feliciano Marcos Brasa, de Destriana (León), miembro de las Juventudes Socialistas de su localidad natal e hijo de Higinio Marcos Pérez, presidente de la Sociedad de Trabajadores de la Tierra. A finales de julio de 1936, Feliciano fue secuestrado en su pueblo y torturado, asesinado y enterrado en un paraje alejado varios kilómetros. En octubre de ese mismo año su padre fue también asesinado junto a dos vecinos.
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 14/06/2010
Artistas y familiares de víctimas del franquismo han presentado esta mañana un vídeo, realizado por la cineasta Azucena Rodríguez, en el que 15 escritores, actores y músicos ponen rostros y voz a otros tantos asesinados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Ninguno de los artistas que participan en el vídeo ha cobrado por ello. "Nunca hemos sentido tan fuerte un personaje como ahora", ha explicado emocionado el actor Juan Diego. "Ha sido necesario un vídeo así porque las historias de estas personas no están en los libros de texto, no se escuchan, no se sabe lo que han sufrido", ha denunciado Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, quien ha confiado en que el documental sirva, no solo para "avergonzar" a "los jueces que han perseguido a un juez por intentar investigar unos crímenes reales", sino para que "hagan algo".
Estos son los 15 relatos separados en el vídeo por el estruendo de la descarga de un pelotón de fusilamiento.
Pedro Almodóvar interpreta a Virgilio Leret Ruiz, aviador, Jefe de las Fuerzas Aéreas de la Zona Oriental de Marruecos. Fue el primer militar asesinado por sus compañeros sublevados al amanecer del 18 de julio de 1936 en la Base Aérea Militar de Melilla. No tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia. Sus hijas todavía lo están buscando. El cineasta no ha podido asistir a la presentación del vídeo porque estaba haciendo localizaciones para su próxima película, pero envió una nota en la que se leía: "No es una cuestión política, sino humana. España no debe olvidar la deuda que tiene con estas miles de familias".
Maribel Verdú pone voz a Primitiva Rodríguez, enlace de la guerrilla antifranquista, detenida el 6 de septiembre de 1947. Su sobrino iba con ella y vio cómo dos hombres la violaban detrás de unos arbustos mientras a él lo alejaban del lugar en una camioneta.
Javier Bardem es Francisco Escribano, un cabrero de 18 años al que fusilaron el 1 de julio de 1941 por haber robado "para los del monte" dos sacos de garbanzos, una manta, unas tijeras, seis calcetines, seis pañuelos y diez pesetas. En la misma tapia, y por el mismo delito, murieron su padre, dos de sus tíos y uno de sus primos.
Almudena Grandes se mete en la piel de Granada Garzón de la Hera. El cura de su pueblo la denunció por no estar casada por la Iglesia. Primero la excomulgaron, después, la raptaron y le raparon la cabeza. Fue fusilada con otras 16 mujeres. Después de enterrar sus cuerpos en un lugar desconocido, denunciaron a su marido. También fue asesinado, como el mayor de sus siete hijos. "Lo que han visto", ha dicho la escritora tras la presentación del vídeo, "no tiene que ver con el pasado de este país, sino con el presente, y sobre todo con su futuro. La democracia no puede seguir ignorando esta tragedia y caminando sobre el vacío. Esto no es un ejercicio nostálgico, sino una llamada a la reflexión sobre el tipo de país que queremos ser", ha añadido.
María Galiana, que antes de ser actriz fue maestra, recuerda la historia de Balbina Gayo Gutiérrez, maestra republicana, detenida el 9 de septiembre de 1936 y asesinada al día siguiente. A su marido, Ceferino Farfante Rodríguez, también maestro, lo mataron un día después, cuando fue a preguntar por ella. Dejaron tres hijas muy pequeñas que todavía los están buscando. Entre ellas, Hilda Farfante, que ha asistido, muy emocionada, a la presentación del vídeo. "Me ha parecido un grito contra tan largo y vergonzoso silencio. Nadie había hecho nada semejante por nuestros muertos. Gracias en nombre de 113.000 familias", ha dicho.
Juan Diego Botto es Santos Valentín Francisco Díaz, herrador, tesorero del Círculo Obrero. Fue detenido en agosto de 1936 y encerrado en un campo de concentración. En octubre de ese mismo año le fusilaron junto a otras seis personas en Villadangos del Páramo (León). Dejó siete hijos, el mayor de 17 años, el menor de 11 meses. Su cuerpo no ha sido recuperado. Botto ha agradecido esta mañana "el coraje, la generosidad y la inmensa paciencia que los familiares de las víctimas han demostrado todos estos años, desde la Transición", y ha deseado que el país "se ponga a su altura".
Carmen Machi pone voz a Isabel Picorel. El 26 de agosto de 1936 escapó de su casa junto a sus tres hijos, después de que la avisaran de que los falangistas iban a detenerla por sus simpatías republicanas y como castigo a su marido, quien, tras el golpe de Estado del 18 de julio, se había unido a las fuerzas democráticas republicanas de Asturias. Al volver a su casa para recoger algunas pertenencias fue detenida. La asesinaron junto a otros tres hombres en una cuneta en el municipio de Fresnedo.
Juan José Millás es Antonio Parra Ortega, un jornalero de 34 años, asesinado el 4 de septiembre de 1936. Tenía dos hijos y dos meses después de que lo asesinaran nació su hija Antonia que ha viajado desde Marchena a Madrid para ver el vídeo. "Me ha emocionado mucho conocerla", ha dicho Millás, al que le había impresionado mucho sobre todo, una imagen de la historia de Antonio Parra. "Su mujer enterró los libros que había en casa en el patio porque ella sabía que lo habían matado por leer".
Aitana Sánchez-Gijón recuerda a Julia Conesa, una de las 13 rosas. En mayo de 1939 un conocido de su novio la denunció a la policía. La fusilaron el 5 de agosto. Tenía 19 años. La actriz, muy emocionada, ha reconocido, tras ver el vídeo, que le estaba costando "mantener la compostura". "La democracia no es completa si no hay reparación. Ya basta", ha dicho.
Paco León se pone en la piel de su bisabuelo, Joaquín León Trejo, maestro de escuela en un pueblo de Sevilla. Un alumno le denunció por republicano. Le fusilaron a él y a sus dos hermanos.
Pilar Bardem habla en nombre de María Álvarez, que durante años ayudó a los guerrilleros antifranquistas. Fue asesinada con su hermano Marcelino en julio de 1951.
José Manuel Seda recuerda a Gerardo González Iglesias, jornalero, militante de UGT y padre de cuatro hijos. Al comienzo de la guerra se alistó como miliciano. Fue fusilado el 5 de marzo de 1938. Fue a parar a una fosa común. Sus hermanos Ángel, de 32 años y Ramón, de 26, también fueron asesinados. En la presentación del vídeo ha destacado la valentía de los que, como Gerardo González, habían dado su vida por defender sus convicciones. "Me pregunto si yo sería capaz de tirarme al monte para defender lo que creo".
Hugo Silva es José Villalibre Toral, albañil y labrador. El 22 de agosto de 1936 fueron a buscarlo un grupo de falangistas, que lo asesinaron horas después. Tampoco tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia.
Miguel Ríos recuerda a Severiano Rivas, alcalde republicano. Fue detenido en 1936 mientras estaba tomando un café. A los dos meses, le pegaron un tiro y abandonaron su cuerpo en los alrededores del cementerio.
Juan Diego es Feliciano Marcos Brasa, de Destriana (León), miembro de las Juventudes Socialistas de su localidad natal e hijo de Higinio Marcos Pérez, presidente de la Sociedad de Trabajadores de la Tierra. A finales de julio de 1936, Feliciano fue secuestrado en su pueblo y torturado, asesinado y enterrado en un paraje alejado varios kilómetros. En octubre de ese mismo año su padre fue también asesinado junto a dos vecinos.
lunes, 14 de junio de 2010
La Cultura y DIME contra la impunidad del franquismo.
DIME acude al acto Cultura contra la Impunidad, donde se presenta un cortometraje con un fin memorialista y en contra de la impunidad de los crímenes franquistas.
El documental fue presentado hoy 14 de Junio en Madrid, a él acudieron los actores y artistas que han participado de forma altruista y familiares de las víctimas.
Entre ellos como comentamos han acudido la presidenta y secretaria de la Asociación Dignidad y Memoria: Antonia Parra y Ana Ribas.
En el corto, los actores le dan voz y “alma”, a hombres y mujeres víctimas de la represión, entre los 15 protagonistas que quieren representar simbólicamente a más de 113.000 víctimas, el escritor Juan José Millás interpreta a Antonio Parra Ortega, uno de los cerca de 200 asesinados en Marchena, 12.000 en Sevilla y como comentamos más de 100.000 en España.
En la presentación del video impulsado por Cultura contra la impunidad. Asistieron buena parte de los actores, escritores, músicos, directores y técnicos que han participado en la grabación, así como algunos de los familiares de las víctimas retratadas en el vídeo., como comentamos entre ellos Antonia Parra, hija de Antonio Parra Ortega.
Presentado por Emilio Silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica.
Todos los participantes en la elaboración de este vídeo han trabajado de forma altruista. Cultura contra la impunidad ha impulsado este trabajo con el objetivo de hacer visibles a las víctimas del franquismo. Quince escritores, actores y músicos ponen rostro y voces reconocibles a quince víctimas de la gran tragedia colectiva cuya memoria no ha sido capaz de asumir el Estado español después de 30 años de democracia.
Entre los protagonistas:
Antonio Parra Ortega (Juan José Millás), 34 años. Era jornalero en la localidad sevillana de Marchena, Frecuentaba la Casa del Pueblo el día que tenía libre de cada quincena. Fue detenido en su casa el 28 de agosto de 1936. Lo asesinaron el 4 de septiembre en el Camino del Lavadero, junto al cementerio. Tenía dos hijos y dos meses después de que lo asesinaran nació su hija Antonia.
El porqué de esta campaña: Cultura contra la impunidad quiere hace visible a las víctimas del franquismo, poner caras y voces reconocibles a los protagonistas de la gran tragedia colectiva.En el apoyo a las 113000 familias de desaparecidos y al resto de las víctimas del franquismo, reivindicando la vigencia de los valores que todos ellos defendieron, y los asumimos como un patrimonio imprescindible en nuestra identidad individual y colectiva."
Salud y Memoria.
Asociación Dignidad y Memoria de Marchena
DIME.
Fotos: Antonia Parra con su “padre”interpretado por Juan José Millás
Grupo: Marcos Ana. Juan Diego Botto, Almudena Grandes, Juan Diego…
La Cultura, contra la impunidad del franquismo
Al acto han acudido invitadas la presidenta y secretaria de DIME, en otros post daremos más información ( pinchar en entrada para ver vídeo)
Pedro Almodóvar, Maribel Verdú, Hugo Silva o Javier Bardem, participan en un documental para reivindicar "justicia"PÚBLICO.ES/EP M
El proyecto Cultura contra la impunidad, que denuncia el abandono político en el que se encuentran las víctimas del franquismo, ha reunido a varios artistas españoles que se ha embarcado en la filmación de un video documental, de 15 minutos de duración, para la recuperación de la Memoria Histórica.
El proyecto narra la vida de 15 personas reales que fueron asesinadas de forma injusta tanto en la Guerra Civil española como durante la dictadura franquista, y cuyas familias siguen esperando justicia.
Pedro Almodóvar, Maribel Verdú, Hugo Silva, Juan José Millás, Carmen Machi, Juan Diego Botto, José Manuel Seda, María Galiana, Aitana Sánchez-Gijón, Miguel Ríos, Pilar Bardem, Almudena Grandes, Juan Diego, Paco León y Javier Bardem prestan su voz y su imagen a estos personajes para reivindicar "justicia" y una "auténtica política pública en materia de memoria".
En apoyo a las 113.000 familias de desaparecidos, cada una de los personajes públicos que participan en este vídeo, cuentan en primera persona y mirando a cámara, los casos reales de quince victimas del franquismo. Familiares de las víctimas, muchos de ellos emocionados, asistieron a la proyección de este vídeo, que ha sido dirigido por Azucena Rodríguez.
Para el actor Juan Diego, este acto ha sido uno de los más "emotivos" de su carrera, que se ha llenado de "silencios, sollozos y humanidad". "Es como si se te muriera esa España republicana que ha alumbrado esta democracia", indicó el actor.
Cultura contra la impunidad pretende que la sociedad y el Estado reconozca a aquellas personas que fueron asesinadas de manera "injusta y arbitraria" y cuyas familias siguen esperando justicia y reparación. Todos los integrantes de esta plataforma aseguran que han participado en este vídeo de manera altruista.
113.000 desaparecidos
Por su parte, Emilio Silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, subrayó que este vídeo "tiene que avergonzar a mucha gente" y advirtió que la clase política y los dos principales partidos tienen que "preocuparse" de lo que ha ocurrido con el poder judicial".
Almodóvar: "No es una cuestión política, sino una cuestión humana" Silva denunció la "persecución" sufrida por el juez Garzón que puede "derivar en un conflicto entre el poder judicial y la sociedad española", indicó. "El problema es que tenemos un poder judicial que es sordo a la evolución que ha habido de los derechos humanos en el mundo", agregó Emilio Silva, quien recordó que existen 113.000 desaparecidos en "paradero desconocido" esperando "justicia" desde hace más de 70 años.
Pedro Almodóvar, quien no pudo acudir a la presentación, envió un comunicado para expresar su "emoción" por poner el rostro y la voz a Virgilio Leret Ruiz, aviador y jefe de la Fuerzas Aéreas de la Zona Oriental de Marruecos y el primer militar sublevado al amanecer del 18 de julio de 1936.
"Ha sido una experiencia muy emocionante poder darle voz humildemente al primer militar asesinado por sus compañeros por no apoyar la sublevación franquista. Yo no tengo ningún desaparecido entre mis familiares pero me siento muy cerca de esas 100.000 familias que siguen buscando sus deudos para enterrarlos dignamente.
"No es una cuestión política, sino simplemente una cuestión humana", concluye Almodóvar.
http://video.publico.es/videos/0/66885
domingo, 13 de junio de 2010
Supervivientes españolas en el infierno nazi
MONTSERRAT LLOR 13/06/2010. El País
Ravensbrück: el puente de los cuervos. Siniestro nombre para el campo de concentración alemán donde estuvieron presas unas 132.000 mujeres de 40 países. Entre ellas, 400 españolas, de las que ya casi no quedan supervivientes. Cuando se cumplen 65 años de la liberación del horror, hemos hablado con tres de ellas.
Con 22 grados bajo cero, a las tres de la madrugada del 3 de febrero de 1944, 1.000 mujeres entramos en Ravensbrück. Con 10 SS y sus 10 ametralladoras, con 10 perros lobos dispuestos a devorarnos, empujadas bestialmente, hicimos nuestra entrada triunfal en el mundo de los muertos. 'de la resistencia y la deportación', Neus Català
Neus català con 95 años, mantiene su energía.-
"Nos pusieron a todas una inyección para eliminarnos la menstruación. decían que seríamos más productivas"
Tiene 94 años y dice cuando se despide: "recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! yo era una luchadora"
"Vi mujeres con cicatrices horribles. Les operaron las piernas para experimentar. se les veía el hueso"
En ravensbrück fueron gaseadas unas 6.000. pero al mes morían unas 1.000 por enfermedades y falta de higiene
Dantesca y cruel. Así fue la entrada de miles de mujeres en uno de los peores campos nazis durante la II Guerra Mundial: Ravensbrück, cerca del pueblo de Fürstenberg, un lugar pantanoso unos 90 kilómetros al norte de Berlín. Una gran mayoría fueron presas por motivos políticos: luchaban contra el fascismo. Las españolas también. Habían combatido para defender la libertad y los valores de la II República durante la guerra civil española, pero Franco ganó la batalla y el exilio fue inevitable.
Terminaba la Guerra Civil en febrero de 1939 y en septiembre de ese mismo año comenzaba la II Guerra Mundial y la expansión de Hitler. De una u otra forma, sin importar nacionalidades, todas lucharon por unos ideales: colaboraron con la Resistencia, sirvieron de enlaces o combatieron como antiguas brigadistas internacionales. Un día fueron capturadas por la Gestapo y conducidas a los campos de concentración.
De la deportación femenina siempre se ha hablado menos. Sufrieron todos, hombres y mujeres, pero a ellas habría que añadir otros sufrimientos adicionales, los que se desprenden de su propia condición de mujer: experimentos médicos, esterilización, eliminación de sus hijos ante su presencia e incluso prostitución.
El impacto físico y psicológico generado en ellas creó una larga etapa de silencio e introspección.
Acaban de conmemorarse los 65 años de la liberación de los campos nazis y muy pocas mujeres siguen con vida. Muchas viven en Francia, país que acogió a los españoles temerosos de las represalias del franquismo. Nos desplazamos hasta sus domicilios para conocerlas, recordar detalles inéditos de sus vivencias, ver cómo viven y cómo lo recuerdan todo. Incluso saber cómo lograron superar aquella experiencia tan traumática.
Tienen entre 85 y 95 años: Neus Català, que reside actualmente en Rubí (Barcelona); Conchita Ramos, en Toulouse, ciudad en la que ha vivido siempre, aunque nació en Cataluña, y Lise London, en París, una mujer francesa de padres aragoneses y con profundas raíces en nuestro país. En París fue imposible visitar, por su delicado estado de salud, a Carmen Cuevas, nacida en Sueca (Valencia), deportada también a Ravensbrück. No se tiene noticia de la existencia de más supervivientes españolas en campos nazis, según indica la asociación Amical de Ravensbrück, cuya sede en España se encuentra en Barcelona. Neus Català es la presidenta de honor de dicha asociación, y su hija, Margarita Català, igual de activa y solidaria que su madre, forma parte del Comité Internacional de esta entidad junto con Teresa del Hoyo, secretaria de la Amical Ravensbrück, y Anna Sallés, su vicepresidenta ejecutiva. La Amical rinde homenaje a estas mujeres dando la máxima difusión a aquellos acontecimientos y recuperando las voces de las supervivientes.
Entre 1939 y 1945, la fecha de su liberación, fueron presas en este campo unas 132.000 mujeres de más de 40 países, sobre todo de Polonia, Alemania, Austria y Rusia. Algunas, pocas, llegaron con sus hijos, la mayoría exterminados, al igual que los cerca de 20.000 hombres que a partir de abril de 1941 fueron destinados a un anexo construido para ellos.
Eran agrupadas en función de sus características o condición: delincuentes comunes, judías, gitanas, políticas, homosexuales o testigos de Jehová... Todas eran marcadas con un triángulo invertido de diferente color. Verde para las presas comunes, negro para las criminales, amarillo para las judías. Las españolas, unas 400, aproximadamente, de las que apenas existe información ni datos precisos, fueron señaladas con el color rojo destinado a las presas políticas más un número de matrícula. Ya no tendrían jamás un nombre. Sólo un número que las supervivientes recuerdan a la perfección incluso hoy.
Existen los grandes horrores de este campo. Como el quirófano donde el temido doctor Gebhardt y su equipo efectuaban horribles experimentos médicos con mujeres y niñas, las llamadas kaninchen o conejitas de Indias. Y el crematorio, inaugurado en abril de 1943, y la cámara de gas, a finales de 1944. Allí fueron gaseadas unas 6.000 presas, pero al mes morían, de promedio, 1.000 mujeres debido a las pésimas condiciones higiénicas, la tuberculosis, la disentería o el tifus.
Viendo el final de su imperio, a finales de marzo de 1945, Himmler ordenó la evacuación de los campos, y el comandante de Ravensbrück, Fritz Suhren, mandó salir a todas las mujeres que aún quedaban con vida y en condiciones de caminar. Eran las conocidas marchas de la muerte en las que tantos presos quedaron sin vida en la cuneta de las carreteras. Habían dejado en el interior del campo a cerca de 2.000 mujeres, muchas moribundas, que el Ejército Rojo encontró en el momento de la liberación, el 30 de abril de 1945.
Eran libres, pero muchas morirían a los pocos días, tan debilitadas y enfermas estaban. Las rusas padecieron después otro horror: su traslado a los gulags estalinistas. Las españolas tampoco pudieron volver en muchos años a España, donde gobernaba Franco.
NEUS CATALÀ
"Ravensbrück aún me impresiona. En cuanto piso Alemania, me cambia la cara y no me doy cuenta. Me viene la entrada, es algo que nunca he conseguido explicarlo, la llegada a las tres de la madrugada por un camino de piedras y con un frío que pelaba.
En el Báltico era el infierno, pero helado y, día tras día, oscuro, tétrico... Siempre me viene aquello".
Lo cuenta sentada en el sillón de su casa en Rubí (Barcelona), mientras sostiene en sus manos una piedra pequeña y redonda. Le encanta la energía de la piedra. Es natural, Neus Català, a sus 95 años recién cumplidos, es una mujer fuerte, de carácter enérgico y rebelde, que sobrevivió por su dureza y su buen humor. Ella asegura que fue cuestión de suerte y tener un espíritu fuerte. Me dice que, en cierto modo, la ayudaron las golondrinas de su calle.
"Me gustaban mucho. Yo no sabía dibujar, pero allí en el campo lo hacía, y esto me ayudó a no pensar en otras cosas".
Nació en Els Guiamets (El Priorat, Tarragona). Hija de campesinos, adoraba a su padre, con quien compartió su pasión por el teatro. Organizó las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña (JSUC) y fue miembro fundador del PSUC. Diplomada en Enfermería, al final de la Guerra Civil cruzó la frontera y se estableció en Francia. Junto con su primer marido, Albert Roger, fallecido durante la deportación, participó en actividades de la Resistencia francesa y llegó a ser enlace interregional con seis provincias a su cargo. Su casa era un punto clave donde escondía a guerrilleros españoles y franceses y a antiguos combatientes de las Brigadas Internacionales. Centralizaba la transmisión de mensajes, documentación y armas. Hasta que fue denunciada a los nazis.
Fue detenida junto con su marido y tres guerrilleros más el 11 de noviembre de 1943 por la Gestapo. Sufrió su primer interrogatorio a punta de pistola en cada sien y fue conducida a la cárcel de Limoges, en cuya komandatur recibió una gran paliza. Fueron dos largos meses y la última vez que vio a su marido.
Como todos los deportados, fue trasladada al campo de concentración a bordo de un tren de ganado en condiciones infectas. El recuerdo de aquellos vagones quedó imborrable en todos, hombres y mujeres. En su interior la situación era insostenible, imperaba el miedo: "Mil mujeres, muchos vagones y cuatro días de viaje sin parar, sin higiene, sin aire para respirar, sin saber qué sería de nosotras. No teníamos sitio para sentarnos, nos apañábamos, poníamos espalda contra espalda como podíamos. Éramos 90 o más en cada vagón con un cubo de basura en medio para hacer nuestras necesidades y que con el traqueteo se volcaba. Olía muy mal. Algunas salieron muertas ese 3 de febrero de 1944, cuando desembarcamos en Ravensbrück".
Comenzaba el ritual del terror que todas recuerdan. Duchas de "desinfección", pelo rapado al cero, inspección de todos los rincones del cuerpo, el traje de rayas y un número. El de Neus: 27.532. Antes que nada, eran encerradas para pasar la cuarentena, momento en que vio morir a varias compañeras. Una de las situaciones más humillantes para las mujeres era el exhaustivo control ginecológico, efectuado en condiciones vergonzosas y antihigiénicas. Con el mismo utensilio eran inspeccionadas todas las presas. "A todo mi grupo nos pusieron una inyección para eliminarnos la menstruación con la excusa de que seríamos más productivas. Ocurrió en 1944; no la volví a tener hasta 1951".
Las embarazadas tenían pocas o ninguna esperanza de sobrevivir. "Se salvaron muy pocas; los bebés nacidos eran automáticamente exterminados, ahogados en un cubo de agua, o los tiraban contra un muro o los descoyuntaban. Ellas agonizaban por las malas condiciones higiénicas del parto o se volvían locas por la impotencia de presenciar tales asesinatos".
Aun así, y aunque parezca imposible, consiguió robar algunas risas a sus compañeras. El domingo era el día destinado al despioje y, por la tarde, al ocio. Neus procuraba distraer a las demás, contar chistes, leer, "lo que fuera, con tal de no dejarse llevar por el abatimiento". "También recuerdo que al principio me dieron unos zapatos del 43 cuando yo calzo un 36, y claro, al ser tan largos, hacía la broma de ser Charlot. Así que le imitaba y nos reíamos un poco".
Una noche irrumpió de repente en su barracón un grupo de Aufseherinen con sus perros ladrando. Llamaron a gritos a varias mujeres, siempre por su número; entre ellas, a Neus. Las presas se despidieron con nerviosismo pensando que era su último adiós, que se trataba de una selección para la cámara de gas. Sin embargo, fueron introducidas en un tren y tras varios días de viaje llegaron a Holleischen, en Checoslovaquia, un pequeño campo dependiente de otro central de hombres, Flossenbürg. Allí fue destinada a trabajar en la industria armamentística nazi. Día y noche se fabricaban armas, obuses, balas, sin parar. "Mientras podías producir, te perdonaban la vida".
En este lugar recibieron un peculiar nombre: el Comando Faul, de las holgazanas, denominadas así por su baja producción de armas. Cada equipo debía fabricar series de 10.000 piezas cuyo funcionamiento correcto se probaba. "En las balas escupíamos o poníamos aceite, porque cualquier cosa mezclada con la pólvora las inutilizaba. No parábamos de escupir. Escupir y ¡sabotear, sabotear, sabotear! En nueve meses en nuestro comando la producción bajó de 10.000 piezas a la mitad. Dejamos 10 millones de balas inutilizadas".
El día de la liberación las encerraron en el barracón y minaron el campo para hacerlo saltar en pedazos a las doce en punto. "Bloquearon las puertas con barras de hierro y vimos que se escapaban las SS. Por la ventana observamos un frente de fuego enorme y supimos que algo pasaba. '¡Están entrando los rusos en Praga, estamos salvadas!".
El primer marido de Neus murió tras la liberación. Dos años más tarde conoció al que fue su segundo esposo en una casa de reposo; con él tuvo a sus dos hijos. Natural de un pueblo de Segovia, Juarros del Río Moros, fue comisario general de las guerrillas españolas.
Años después de la liberación, Neus tuvo el coraje y casi atrevimiento de llamar a la puerta de antiguas compañeras deportadas para entrevistarlas, escribir su testimonio y darlo a conocer a la humanidad. Algunas no quisieron hablar, pero ella no se dio por vencida y persistió. Así consiguió editar el libro De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas, que publicó casi cuarenta años después. La herida aún estaba muy abierta.
LISE LONDON
Sus padres eran aragoneses y ella, Lise Ricol, más conocida como Lise London por su marido, Arthur London, fue miembro de las Brigadas Internacionales en Albacete. Es francesa, pero habla español perfectamente y conoce nuestro país. En el portal de su piso de París hay una placa en recuerdo de su esposo, con quien compartió ideales y una convencida militancia comunista.
Lise estuvo en contacto con Santiago Carrillo, con quien mantiene aún hoy una excelente relación, y trabó amistad con Dolores Ibarruri, la Pasionaria, a la que conoció durante su estancia en Rusia cuando tenía 18 años.
Su casa es espaciosa e iluminada y parece un pequeño museo. Cuadros regalados por sus amigos, dibujos y pinturas que ella misma hizo a sus hijos y, en el salón, una gran fotografía en blanco y negro con el rostro de su marido, Arthur London, escritor y político checoslovaco que estuvo preso en Mauthausen. Lise o Elisabet es una mujer culta a la que le gusta escribir y pintar. Y que disfruta con su pasado, como militante de las juventudes comunistas, como resistente, como brigadista. Es fácil comprenderlo cuando uno lee su libro Memorias de la Resistencia, en el que narra miles de situaciones que parecen extraídas de una película de intriga y espionaje.
Lise London nació el 15 de febrero de 1916 en el pueblo minero de Monceau-les-Mines. Sus padres emigraron a Francia en pésimas condiciones económicas y a los 15 años era militante comunista, al igual que sus dos hermanos. En 1934 partió hacia la Unión Soviética, trabajó de mecanógrafa en el Bureau del Komintern y allí conoció a Arthur London, con quien se casó en segundas nupcias. En 1936 trabajó, hasta julio de 1938, en el cuartel general de las Brigadas Internacionales en Albacete. De vuelta en Francia, nació su primera hija y comenzó a trabajar en La Voz de Madrid, el órgano de los republicanos españoles refugiados en Francia, y más tarde, en el Centro de Documentación y Propaganda de la República española. En julio de 1940, Lise entró en la Resistencia y en agosto de 1942 encabezó una manifestación en pleno corazón de París en la que hizo un llamamiento contra los alemanes, pidió una Francia libre y apeló a la lucha armada. Con la llegada de los soldados alemanes, todo el mundo comenzó a gritar y a correr. Hubo disparos y una muerte. Lise fue arrestada, encarcelada durante más de un año, juzgada y condenada a muerte. El embarazo de su segundo hijo la salvó de la pena capital, pero fue dictada orden de trabajos forzados a perpetuidad. En 1944, Pétain firmó un acuerdo con Alemania según el cual los prisioneros políticos franceses debían ser trasladados a campos de trabajo alemanes porque necesitaban mano de obra. Fue deportada a Ravensbrück, adonde llegó el 15 de junio de 1944. Mientras Lise London entraba en los campos nazis, su marido Arthur y su hermano habían sido deportados al campo de Mauthausen, en Austria, donde permanecieron más de 8.000 españoles y salieron con vida apenas 2.000.
Era la responsable de mantener en orden y limpio su barracón. Esa función le permitió aportar algunos momentos de alivio a sus compañeras y reforzar su ánimo para seguir el día a día, sobrevivir y no desfallecer. "Organizamos todo tipo de actividades para animar a las presas. Hacíamos teatro, poesía, actividades, incluso llegué a ocultar una pequeña biblioteca, algo absolutamente prohibido. La moral es una herramienta básica". Pero el hambre las acechaba permanentemente. "Por la mañana tomábamos café aguado con una ración de pan. Comíamos una especie de sopa con alguna cosa dentro y poco más, alguna patata. El domingo daban pan y margarina con un poco de queso".
En su barracón consiguieron montar una estructura de supervivencia muy útil para las deportadas. Se organizaron en pequeñas familias de cinco o diez mujeres en las que una presa asumía el papel de madre. Era el apoyo directo moral, emocional.
En el momento de finalizar la entrevista, se despide diciéndome: "Y recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! Yo era una luchadora".
CONCHITA RAMOS
Tiene un hablar dulce, buena memoria y una conversación convincente y repleta de detalles. La entrevista con Conchita Ramos se desarrolla en un lugar peculiar: el Museo de la Resistencia y la Deportación, en Toulouse, dirigido por Guillaume Agulló, descendiente de catalanes. Allí, varias tardes a la semana, Conchita se dedica a impartir charlas a los adolescentes. El espacio es sencillo pero interesante, repleto de fotografías, trajes de presos expuestos, dibujos y pinturas de prisioneros y diversos objetos, como máquinas de escribir o transmisores de radio de la guerra.
Al bajar por las escaleras precisa ayuda, un punto de apoyo. Una fuerte artrosis se le desencadenó a partir de los 50 años. Esta es una de las consecuencias más evidentes fruto de los siete interrogatorios que sufrió en manos de la Gestapo.
Conchita Ramos nació el 6 de agosto de 1925 en Torre de Capdella (Pallars Jussà, Lleida). De padre francés -Josep Grangé- y madre española -María Veleta-, en los primeros meses de vida fue trasladada a Toulouse, donde fue educada y criada por sus tíos. Por eso su historia está íntimamente unida a las dos mujeres más cercanas: su tía Elvira y su prima María; la familia Veleta.
Su tío participó en la Resistencia organizando grupos de maquis en la zona del Ariège; tras su huida -para no caer en manos de la Gestapo-, Conchita, una joven de apenas 17 años, se hizo cargo de la situación, reorganizó grupos de la Resistencia y fue integrada en la 3ª brigada de guerrilleros el mes de abril de 1943. Así fue como se convirtió en enlace. Siempre en compañía de las mujeres Veleta. Recibían los partes, propaganda, cartas y órdenes de misión que llevaban a ciertos jefes del maquis.
El 24 de mayo de 1944, a las nueve de la mañana, los milicianos, la policía de Pétain, rodearon su casa de Francia justo cuando tenían a un grupo de tres hombres escondidos preparado para ir, al día siguiente, hacia la frontera, y a un guerrillero, el capitán Ríos. Tras producirse un tiroteo, las tres mujeres fueron trasladadas a la prisión de Foix y, más tarde, entregadas a la Gestapo para ser interrogadas. En esta casa existe todavía hoy una placa en recuerdo a la memoria de las Veleta y su labor por la Resistencia.
Fue entonces cuando Conchita, muy joven, con apenas 18 años, recibió los primeros golpes y bastonazos de manos de la Gestapo. Su único objetivo era no hablar. Y lo consiguió. "Vi cómo les arrancaban las uñas de pies y manos a hombres y mujeres. Tenía miedo de hablar, pero no lo hice".
Las tres mujeres permanecieron juntas en su viaje hasta el campo de deportación a bordo del terrible Tren Fantasma, el gran tren de los resistentes que tardó dos meses en llegar a su destino en Alemania. A bordo había 700 hombres y 65 mujeres. "Dentro del convoy, en pleno mes de agosto, cumplí los 19 años".
Era un tren de ganado, maloliente, que recogió a presos de varias cárceles y de campos como el de Vernet o el de Noé, de donde salieron unas 200 españolas y volvieron unas pocas. Resulta casi una ironía que fueran enviadas a la muerte tantas personas justo cuando el fascismo comenzaba a perder su auge. Tras una parada y pocos días en Dachau para dejar a los hombres, las mujeres seguirían su camino inexorable e incierto hasta llegar a Ravensbrück el 9 de septiembre de 1944.
Nada más llegar se produjo la primera selección. Las jóvenes, fuertes y aptas para trabajar, vivían; las demás eran gaseadas. Las tres mujeres Veleta seguían juntas. "En Ravensbrück he visto a las SS pegar con saña por cualquier cosa, a mujeres mayores, a los niños, y hemos pasado horas inmóviles al pasar lista en la Apellplatz. Allí, quietas bajo un frío tremendo y débiles, algunas caían y no las podías ayudar o te echaban a los perros encima".
Ver a algunas mujeres brutalmente mordidas por los perros y la imagen de niños golpeados y asesinados son los dos recuerdos que más impactaron a Conchita durante años. La maternidad también es uno de los temas más sensibles y dolorosos. Hicieron barbaridades con las madres. "Muchas fueron detenidas y no supieron durante años qué pasó con sus hijos. Los buscaron después con la ayuda de la Cruz Roja. Algunas tuvieron suerte y los encontraron en orfelinatos. Otras jamás volvieron a saber nada más".
Conchita presenció el asesinato de tres niños. "Lo recuerdo perfectamente. Uno de ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría por la calle de los barracones. Una de las Aufseherinen le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó el perro. Lo mordió y lo destrozó. Después ella lo remató a palos".
La maldad llegó al paroxismo en los experimentos médicos. "Cuando me dijeron 'te enseñaremos a las petites lapines' -conejitas-, yo, inocente, preguntaba si acaso conseguiríamos conejos para comérnoslos. Nos llevaron a un barracón donde vi mujeres a las que les habían operado las piernas, cortado tendones, los músculos, rasgado la piel, se les veía el hueso, todo para experimentar con el cuerpo humano. Tenían unas cicatrices horribles. A otras les inoculaban productos químicos o las amputaban".
Al poco tiempo fue conducida, una vez más junto con su tía Elvira y su prima María, a un Komando de Auberchevaide, una barriada de Berlín, donde debían trabajar, día y noche, junto con otras 500 mujeres, en un gran barracón de madera. Fabricaban material de aviación, y también lo saboteaban. "Yo debía controlar las piezas, pero hacíamos sabotaje. Lo hacíamos todas. Me dieron muchos bastonazos y me cortaron el pelo al rape. De 650 mujeres quedamos sólo 115".
Conchita tiene muchas condecoraciones, como la Legión de Honor del Gobierno francés y la Medalla de la Resistencia; y posee el grado militar de sargento -lo recibieron las mujeres que hicieron de enlace-. Actualmente es la vicepresidenta de la Asociación de Deportados del Tren Fantasma.
En las navidades de 1946 se casó con el que hoy es su marido, Josep Ramos. La vuelta fue muy traumática y le costó superar el silencio; la ayudó su entorno y el nacimiento de su primer hijo, en noviembre de 1947.
Ravensbrück: el puente de los cuervos. Siniestro nombre para el campo de concentración alemán donde estuvieron presas unas 132.000 mujeres de 40 países. Entre ellas, 400 españolas, de las que ya casi no quedan supervivientes. Cuando se cumplen 65 años de la liberación del horror, hemos hablado con tres de ellas.
Con 22 grados bajo cero, a las tres de la madrugada del 3 de febrero de 1944, 1.000 mujeres entramos en Ravensbrück. Con 10 SS y sus 10 ametralladoras, con 10 perros lobos dispuestos a devorarnos, empujadas bestialmente, hicimos nuestra entrada triunfal en el mundo de los muertos. 'de la resistencia y la deportación', Neus Català
Neus català con 95 años, mantiene su energía.-
"Nos pusieron a todas una inyección para eliminarnos la menstruación. decían que seríamos más productivas"
Tiene 94 años y dice cuando se despide: "recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! yo era una luchadora"
"Vi mujeres con cicatrices horribles. Les operaron las piernas para experimentar. se les veía el hueso"
En ravensbrück fueron gaseadas unas 6.000. pero al mes morían unas 1.000 por enfermedades y falta de higiene
Dantesca y cruel. Así fue la entrada de miles de mujeres en uno de los peores campos nazis durante la II Guerra Mundial: Ravensbrück, cerca del pueblo de Fürstenberg, un lugar pantanoso unos 90 kilómetros al norte de Berlín. Una gran mayoría fueron presas por motivos políticos: luchaban contra el fascismo. Las españolas también. Habían combatido para defender la libertad y los valores de la II República durante la guerra civil española, pero Franco ganó la batalla y el exilio fue inevitable.
Terminaba la Guerra Civil en febrero de 1939 y en septiembre de ese mismo año comenzaba la II Guerra Mundial y la expansión de Hitler. De una u otra forma, sin importar nacionalidades, todas lucharon por unos ideales: colaboraron con la Resistencia, sirvieron de enlaces o combatieron como antiguas brigadistas internacionales. Un día fueron capturadas por la Gestapo y conducidas a los campos de concentración.
De la deportación femenina siempre se ha hablado menos. Sufrieron todos, hombres y mujeres, pero a ellas habría que añadir otros sufrimientos adicionales, los que se desprenden de su propia condición de mujer: experimentos médicos, esterilización, eliminación de sus hijos ante su presencia e incluso prostitución.
El impacto físico y psicológico generado en ellas creó una larga etapa de silencio e introspección.
Acaban de conmemorarse los 65 años de la liberación de los campos nazis y muy pocas mujeres siguen con vida. Muchas viven en Francia, país que acogió a los españoles temerosos de las represalias del franquismo. Nos desplazamos hasta sus domicilios para conocerlas, recordar detalles inéditos de sus vivencias, ver cómo viven y cómo lo recuerdan todo. Incluso saber cómo lograron superar aquella experiencia tan traumática.
Tienen entre 85 y 95 años: Neus Català, que reside actualmente en Rubí (Barcelona); Conchita Ramos, en Toulouse, ciudad en la que ha vivido siempre, aunque nació en Cataluña, y Lise London, en París, una mujer francesa de padres aragoneses y con profundas raíces en nuestro país. En París fue imposible visitar, por su delicado estado de salud, a Carmen Cuevas, nacida en Sueca (Valencia), deportada también a Ravensbrück. No se tiene noticia de la existencia de más supervivientes españolas en campos nazis, según indica la asociación Amical de Ravensbrück, cuya sede en España se encuentra en Barcelona. Neus Català es la presidenta de honor de dicha asociación, y su hija, Margarita Català, igual de activa y solidaria que su madre, forma parte del Comité Internacional de esta entidad junto con Teresa del Hoyo, secretaria de la Amical Ravensbrück, y Anna Sallés, su vicepresidenta ejecutiva. La Amical rinde homenaje a estas mujeres dando la máxima difusión a aquellos acontecimientos y recuperando las voces de las supervivientes.
Entre 1939 y 1945, la fecha de su liberación, fueron presas en este campo unas 132.000 mujeres de más de 40 países, sobre todo de Polonia, Alemania, Austria y Rusia. Algunas, pocas, llegaron con sus hijos, la mayoría exterminados, al igual que los cerca de 20.000 hombres que a partir de abril de 1941 fueron destinados a un anexo construido para ellos.
Eran agrupadas en función de sus características o condición: delincuentes comunes, judías, gitanas, políticas, homosexuales o testigos de Jehová... Todas eran marcadas con un triángulo invertido de diferente color. Verde para las presas comunes, negro para las criminales, amarillo para las judías. Las españolas, unas 400, aproximadamente, de las que apenas existe información ni datos precisos, fueron señaladas con el color rojo destinado a las presas políticas más un número de matrícula. Ya no tendrían jamás un nombre. Sólo un número que las supervivientes recuerdan a la perfección incluso hoy.
Existen los grandes horrores de este campo. Como el quirófano donde el temido doctor Gebhardt y su equipo efectuaban horribles experimentos médicos con mujeres y niñas, las llamadas kaninchen o conejitas de Indias. Y el crematorio, inaugurado en abril de 1943, y la cámara de gas, a finales de 1944. Allí fueron gaseadas unas 6.000 presas, pero al mes morían, de promedio, 1.000 mujeres debido a las pésimas condiciones higiénicas, la tuberculosis, la disentería o el tifus.
Viendo el final de su imperio, a finales de marzo de 1945, Himmler ordenó la evacuación de los campos, y el comandante de Ravensbrück, Fritz Suhren, mandó salir a todas las mujeres que aún quedaban con vida y en condiciones de caminar. Eran las conocidas marchas de la muerte en las que tantos presos quedaron sin vida en la cuneta de las carreteras. Habían dejado en el interior del campo a cerca de 2.000 mujeres, muchas moribundas, que el Ejército Rojo encontró en el momento de la liberación, el 30 de abril de 1945.
Eran libres, pero muchas morirían a los pocos días, tan debilitadas y enfermas estaban. Las rusas padecieron después otro horror: su traslado a los gulags estalinistas. Las españolas tampoco pudieron volver en muchos años a España, donde gobernaba Franco.
NEUS CATALÀ
"Ravensbrück aún me impresiona. En cuanto piso Alemania, me cambia la cara y no me doy cuenta. Me viene la entrada, es algo que nunca he conseguido explicarlo, la llegada a las tres de la madrugada por un camino de piedras y con un frío que pelaba.
En el Báltico era el infierno, pero helado y, día tras día, oscuro, tétrico... Siempre me viene aquello".
Lo cuenta sentada en el sillón de su casa en Rubí (Barcelona), mientras sostiene en sus manos una piedra pequeña y redonda. Le encanta la energía de la piedra. Es natural, Neus Català, a sus 95 años recién cumplidos, es una mujer fuerte, de carácter enérgico y rebelde, que sobrevivió por su dureza y su buen humor. Ella asegura que fue cuestión de suerte y tener un espíritu fuerte. Me dice que, en cierto modo, la ayudaron las golondrinas de su calle.
"Me gustaban mucho. Yo no sabía dibujar, pero allí en el campo lo hacía, y esto me ayudó a no pensar en otras cosas".
Nació en Els Guiamets (El Priorat, Tarragona). Hija de campesinos, adoraba a su padre, con quien compartió su pasión por el teatro. Organizó las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña (JSUC) y fue miembro fundador del PSUC. Diplomada en Enfermería, al final de la Guerra Civil cruzó la frontera y se estableció en Francia. Junto con su primer marido, Albert Roger, fallecido durante la deportación, participó en actividades de la Resistencia francesa y llegó a ser enlace interregional con seis provincias a su cargo. Su casa era un punto clave donde escondía a guerrilleros españoles y franceses y a antiguos combatientes de las Brigadas Internacionales. Centralizaba la transmisión de mensajes, documentación y armas. Hasta que fue denunciada a los nazis.
Fue detenida junto con su marido y tres guerrilleros más el 11 de noviembre de 1943 por la Gestapo. Sufrió su primer interrogatorio a punta de pistola en cada sien y fue conducida a la cárcel de Limoges, en cuya komandatur recibió una gran paliza. Fueron dos largos meses y la última vez que vio a su marido.
Como todos los deportados, fue trasladada al campo de concentración a bordo de un tren de ganado en condiciones infectas. El recuerdo de aquellos vagones quedó imborrable en todos, hombres y mujeres. En su interior la situación era insostenible, imperaba el miedo: "Mil mujeres, muchos vagones y cuatro días de viaje sin parar, sin higiene, sin aire para respirar, sin saber qué sería de nosotras. No teníamos sitio para sentarnos, nos apañábamos, poníamos espalda contra espalda como podíamos. Éramos 90 o más en cada vagón con un cubo de basura en medio para hacer nuestras necesidades y que con el traqueteo se volcaba. Olía muy mal. Algunas salieron muertas ese 3 de febrero de 1944, cuando desembarcamos en Ravensbrück".
Comenzaba el ritual del terror que todas recuerdan. Duchas de "desinfección", pelo rapado al cero, inspección de todos los rincones del cuerpo, el traje de rayas y un número. El de Neus: 27.532. Antes que nada, eran encerradas para pasar la cuarentena, momento en que vio morir a varias compañeras. Una de las situaciones más humillantes para las mujeres era el exhaustivo control ginecológico, efectuado en condiciones vergonzosas y antihigiénicas. Con el mismo utensilio eran inspeccionadas todas las presas. "A todo mi grupo nos pusieron una inyección para eliminarnos la menstruación con la excusa de que seríamos más productivas. Ocurrió en 1944; no la volví a tener hasta 1951".
Las embarazadas tenían pocas o ninguna esperanza de sobrevivir. "Se salvaron muy pocas; los bebés nacidos eran automáticamente exterminados, ahogados en un cubo de agua, o los tiraban contra un muro o los descoyuntaban. Ellas agonizaban por las malas condiciones higiénicas del parto o se volvían locas por la impotencia de presenciar tales asesinatos".
Aun así, y aunque parezca imposible, consiguió robar algunas risas a sus compañeras. El domingo era el día destinado al despioje y, por la tarde, al ocio. Neus procuraba distraer a las demás, contar chistes, leer, "lo que fuera, con tal de no dejarse llevar por el abatimiento". "También recuerdo que al principio me dieron unos zapatos del 43 cuando yo calzo un 36, y claro, al ser tan largos, hacía la broma de ser Charlot. Así que le imitaba y nos reíamos un poco".
Una noche irrumpió de repente en su barracón un grupo de Aufseherinen con sus perros ladrando. Llamaron a gritos a varias mujeres, siempre por su número; entre ellas, a Neus. Las presas se despidieron con nerviosismo pensando que era su último adiós, que se trataba de una selección para la cámara de gas. Sin embargo, fueron introducidas en un tren y tras varios días de viaje llegaron a Holleischen, en Checoslovaquia, un pequeño campo dependiente de otro central de hombres, Flossenbürg. Allí fue destinada a trabajar en la industria armamentística nazi. Día y noche se fabricaban armas, obuses, balas, sin parar. "Mientras podías producir, te perdonaban la vida".
En este lugar recibieron un peculiar nombre: el Comando Faul, de las holgazanas, denominadas así por su baja producción de armas. Cada equipo debía fabricar series de 10.000 piezas cuyo funcionamiento correcto se probaba. "En las balas escupíamos o poníamos aceite, porque cualquier cosa mezclada con la pólvora las inutilizaba. No parábamos de escupir. Escupir y ¡sabotear, sabotear, sabotear! En nueve meses en nuestro comando la producción bajó de 10.000 piezas a la mitad. Dejamos 10 millones de balas inutilizadas".
El día de la liberación las encerraron en el barracón y minaron el campo para hacerlo saltar en pedazos a las doce en punto. "Bloquearon las puertas con barras de hierro y vimos que se escapaban las SS. Por la ventana observamos un frente de fuego enorme y supimos que algo pasaba. '¡Están entrando los rusos en Praga, estamos salvadas!".
El primer marido de Neus murió tras la liberación. Dos años más tarde conoció al que fue su segundo esposo en una casa de reposo; con él tuvo a sus dos hijos. Natural de un pueblo de Segovia, Juarros del Río Moros, fue comisario general de las guerrillas españolas.
Años después de la liberación, Neus tuvo el coraje y casi atrevimiento de llamar a la puerta de antiguas compañeras deportadas para entrevistarlas, escribir su testimonio y darlo a conocer a la humanidad. Algunas no quisieron hablar, pero ella no se dio por vencida y persistió. Así consiguió editar el libro De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas, que publicó casi cuarenta años después. La herida aún estaba muy abierta.
LISE LONDON
Sus padres eran aragoneses y ella, Lise Ricol, más conocida como Lise London por su marido, Arthur London, fue miembro de las Brigadas Internacionales en Albacete. Es francesa, pero habla español perfectamente y conoce nuestro país. En el portal de su piso de París hay una placa en recuerdo de su esposo, con quien compartió ideales y una convencida militancia comunista.
Lise estuvo en contacto con Santiago Carrillo, con quien mantiene aún hoy una excelente relación, y trabó amistad con Dolores Ibarruri, la Pasionaria, a la que conoció durante su estancia en Rusia cuando tenía 18 años.
Su casa es espaciosa e iluminada y parece un pequeño museo. Cuadros regalados por sus amigos, dibujos y pinturas que ella misma hizo a sus hijos y, en el salón, una gran fotografía en blanco y negro con el rostro de su marido, Arthur London, escritor y político checoslovaco que estuvo preso en Mauthausen. Lise o Elisabet es una mujer culta a la que le gusta escribir y pintar. Y que disfruta con su pasado, como militante de las juventudes comunistas, como resistente, como brigadista. Es fácil comprenderlo cuando uno lee su libro Memorias de la Resistencia, en el que narra miles de situaciones que parecen extraídas de una película de intriga y espionaje.
Lise London nació el 15 de febrero de 1916 en el pueblo minero de Monceau-les-Mines. Sus padres emigraron a Francia en pésimas condiciones económicas y a los 15 años era militante comunista, al igual que sus dos hermanos. En 1934 partió hacia la Unión Soviética, trabajó de mecanógrafa en el Bureau del Komintern y allí conoció a Arthur London, con quien se casó en segundas nupcias. En 1936 trabajó, hasta julio de 1938, en el cuartel general de las Brigadas Internacionales en Albacete. De vuelta en Francia, nació su primera hija y comenzó a trabajar en La Voz de Madrid, el órgano de los republicanos españoles refugiados en Francia, y más tarde, en el Centro de Documentación y Propaganda de la República española. En julio de 1940, Lise entró en la Resistencia y en agosto de 1942 encabezó una manifestación en pleno corazón de París en la que hizo un llamamiento contra los alemanes, pidió una Francia libre y apeló a la lucha armada. Con la llegada de los soldados alemanes, todo el mundo comenzó a gritar y a correr. Hubo disparos y una muerte. Lise fue arrestada, encarcelada durante más de un año, juzgada y condenada a muerte. El embarazo de su segundo hijo la salvó de la pena capital, pero fue dictada orden de trabajos forzados a perpetuidad. En 1944, Pétain firmó un acuerdo con Alemania según el cual los prisioneros políticos franceses debían ser trasladados a campos de trabajo alemanes porque necesitaban mano de obra. Fue deportada a Ravensbrück, adonde llegó el 15 de junio de 1944. Mientras Lise London entraba en los campos nazis, su marido Arthur y su hermano habían sido deportados al campo de Mauthausen, en Austria, donde permanecieron más de 8.000 españoles y salieron con vida apenas 2.000.
Era la responsable de mantener en orden y limpio su barracón. Esa función le permitió aportar algunos momentos de alivio a sus compañeras y reforzar su ánimo para seguir el día a día, sobrevivir y no desfallecer. "Organizamos todo tipo de actividades para animar a las presas. Hacíamos teatro, poesía, actividades, incluso llegué a ocultar una pequeña biblioteca, algo absolutamente prohibido. La moral es una herramienta básica". Pero el hambre las acechaba permanentemente. "Por la mañana tomábamos café aguado con una ración de pan. Comíamos una especie de sopa con alguna cosa dentro y poco más, alguna patata. El domingo daban pan y margarina con un poco de queso".
En su barracón consiguieron montar una estructura de supervivencia muy útil para las deportadas. Se organizaron en pequeñas familias de cinco o diez mujeres en las que una presa asumía el papel de madre. Era el apoyo directo moral, emocional.
En el momento de finalizar la entrevista, se despide diciéndome: "Y recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! Yo era una luchadora".
CONCHITA RAMOS
Tiene un hablar dulce, buena memoria y una conversación convincente y repleta de detalles. La entrevista con Conchita Ramos se desarrolla en un lugar peculiar: el Museo de la Resistencia y la Deportación, en Toulouse, dirigido por Guillaume Agulló, descendiente de catalanes. Allí, varias tardes a la semana, Conchita se dedica a impartir charlas a los adolescentes. El espacio es sencillo pero interesante, repleto de fotografías, trajes de presos expuestos, dibujos y pinturas de prisioneros y diversos objetos, como máquinas de escribir o transmisores de radio de la guerra.
Al bajar por las escaleras precisa ayuda, un punto de apoyo. Una fuerte artrosis se le desencadenó a partir de los 50 años. Esta es una de las consecuencias más evidentes fruto de los siete interrogatorios que sufrió en manos de la Gestapo.
Conchita Ramos nació el 6 de agosto de 1925 en Torre de Capdella (Pallars Jussà, Lleida). De padre francés -Josep Grangé- y madre española -María Veleta-, en los primeros meses de vida fue trasladada a Toulouse, donde fue educada y criada por sus tíos. Por eso su historia está íntimamente unida a las dos mujeres más cercanas: su tía Elvira y su prima María; la familia Veleta.
Su tío participó en la Resistencia organizando grupos de maquis en la zona del Ariège; tras su huida -para no caer en manos de la Gestapo-, Conchita, una joven de apenas 17 años, se hizo cargo de la situación, reorganizó grupos de la Resistencia y fue integrada en la 3ª brigada de guerrilleros el mes de abril de 1943. Así fue como se convirtió en enlace. Siempre en compañía de las mujeres Veleta. Recibían los partes, propaganda, cartas y órdenes de misión que llevaban a ciertos jefes del maquis.
El 24 de mayo de 1944, a las nueve de la mañana, los milicianos, la policía de Pétain, rodearon su casa de Francia justo cuando tenían a un grupo de tres hombres escondidos preparado para ir, al día siguiente, hacia la frontera, y a un guerrillero, el capitán Ríos. Tras producirse un tiroteo, las tres mujeres fueron trasladadas a la prisión de Foix y, más tarde, entregadas a la Gestapo para ser interrogadas. En esta casa existe todavía hoy una placa en recuerdo a la memoria de las Veleta y su labor por la Resistencia.
Fue entonces cuando Conchita, muy joven, con apenas 18 años, recibió los primeros golpes y bastonazos de manos de la Gestapo. Su único objetivo era no hablar. Y lo consiguió. "Vi cómo les arrancaban las uñas de pies y manos a hombres y mujeres. Tenía miedo de hablar, pero no lo hice".
Las tres mujeres permanecieron juntas en su viaje hasta el campo de deportación a bordo del terrible Tren Fantasma, el gran tren de los resistentes que tardó dos meses en llegar a su destino en Alemania. A bordo había 700 hombres y 65 mujeres. "Dentro del convoy, en pleno mes de agosto, cumplí los 19 años".
Era un tren de ganado, maloliente, que recogió a presos de varias cárceles y de campos como el de Vernet o el de Noé, de donde salieron unas 200 españolas y volvieron unas pocas. Resulta casi una ironía que fueran enviadas a la muerte tantas personas justo cuando el fascismo comenzaba a perder su auge. Tras una parada y pocos días en Dachau para dejar a los hombres, las mujeres seguirían su camino inexorable e incierto hasta llegar a Ravensbrück el 9 de septiembre de 1944.
Nada más llegar se produjo la primera selección. Las jóvenes, fuertes y aptas para trabajar, vivían; las demás eran gaseadas. Las tres mujeres Veleta seguían juntas. "En Ravensbrück he visto a las SS pegar con saña por cualquier cosa, a mujeres mayores, a los niños, y hemos pasado horas inmóviles al pasar lista en la Apellplatz. Allí, quietas bajo un frío tremendo y débiles, algunas caían y no las podías ayudar o te echaban a los perros encima".
Ver a algunas mujeres brutalmente mordidas por los perros y la imagen de niños golpeados y asesinados son los dos recuerdos que más impactaron a Conchita durante años. La maternidad también es uno de los temas más sensibles y dolorosos. Hicieron barbaridades con las madres. "Muchas fueron detenidas y no supieron durante años qué pasó con sus hijos. Los buscaron después con la ayuda de la Cruz Roja. Algunas tuvieron suerte y los encontraron en orfelinatos. Otras jamás volvieron a saber nada más".
Conchita presenció el asesinato de tres niños. "Lo recuerdo perfectamente. Uno de ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría por la calle de los barracones. Una de las Aufseherinen le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó el perro. Lo mordió y lo destrozó. Después ella lo remató a palos".
La maldad llegó al paroxismo en los experimentos médicos. "Cuando me dijeron 'te enseñaremos a las petites lapines' -conejitas-, yo, inocente, preguntaba si acaso conseguiríamos conejos para comérnoslos. Nos llevaron a un barracón donde vi mujeres a las que les habían operado las piernas, cortado tendones, los músculos, rasgado la piel, se les veía el hueso, todo para experimentar con el cuerpo humano. Tenían unas cicatrices horribles. A otras les inoculaban productos químicos o las amputaban".
Al poco tiempo fue conducida, una vez más junto con su tía Elvira y su prima María, a un Komando de Auberchevaide, una barriada de Berlín, donde debían trabajar, día y noche, junto con otras 500 mujeres, en un gran barracón de madera. Fabricaban material de aviación, y también lo saboteaban. "Yo debía controlar las piezas, pero hacíamos sabotaje. Lo hacíamos todas. Me dieron muchos bastonazos y me cortaron el pelo al rape. De 650 mujeres quedamos sólo 115".
Conchita tiene muchas condecoraciones, como la Legión de Honor del Gobierno francés y la Medalla de la Resistencia; y posee el grado militar de sargento -lo recibieron las mujeres que hicieron de enlace-. Actualmente es la vicepresidenta de la Asociación de Deportados del Tren Fantasma.
En las navidades de 1946 se casó con el que hoy es su marido, Josep Ramos. La vuelta fue muy traumática y le costó superar el silencio; la ayudó su entorno y el nacimiento de su primer hijo, en noviembre de 1947.
Las pruebas de los crímenes de Franco
Técnicos del Archivo General Militar trabajan para facilitar el acceso a los expedientes militares de miles de víctimas de la dictadura
IÑIGO ADURIZ MADRID
El Ejército de la democracia está intentando reconstruir la crónica del horror que provocó durante el franquismo. La memoria histórica salpica de lleno a unas Fuerzas Armadas que durante cuarenta años de dictadura promovieron ejecuciones de cientos de miles de españoles que actuaron o se manifestaron en contra del régimen franquista.
Pero los militares de Franco dejaron un exhaustivo legado de pruebas de sus ejecuciones y juicios sumarísimos en las sentencias, resoluciones, actas y testimonios de todos esos procesos judiciales, que se han mantenido almacenados durante años en los archivos históricos militares.
Se abrieron al público hace más de una década, pero víctimas del franquismo e investigadores han denunciado que siguen existiendo dificultades a la hora de acceder a ellos. Unas críticas que no han sentado nada bien a los trabajadores del Archivo General Militar de Madrid. El depósito, que recoge millones de documentos de la dictadura, abrió al público hace algo más de un año.
Las estanterías con millones de documentos dispuestas en línea recta sumarían 25 kilómetros
"Desde entonces, han llegado un millar de investigadores unos seis al día, a quienes se les han facilitado unos 10 o 15 expedientes cada jornada", destaca orgulloso el director técnico del archivo, Rogelio Pacheco. El 80% de los documentos que les fueron requeridos " han estado a disposición de los investigadores de forma inmediata", apunta Agustín Sánchez, responsable de referencias del depósito, en respuesta a las mencionadas críticas.
En un 15% de los casos, los investigadores salen con las manos vacías. Esto se debe a que "no existe un reflejo documental de las personas a las que se refieren los solicitantes", explica Pacheco. Se refiere a los numerosos crímenes ocultos del régimen de Franco, aquellos que provocaron la muerte a cientos de miles de españoles a los que se dio por desaparecidos, y que fueron tirados a las cunetas o enterrados en fosas comunes. Estas personas siguen sin tener hueco siquiera en los archivos militares de la memoria.
Mal estado de los papeles
Hay un 5% de las solicitudes que son denegadas. Se rechazan las peticiones que incumplen los plazos de la Ley Patrimonio Histórico de 1985, que prohíbe la consulta de los documentos hasta 25 años después de la defunción del represaliado o hasta los 50 del final del procedimiento. Otras muchas se deniegan porque los expedientes se encuentran en mal estado. Y es que la humedad y los hongos han provocado que muchos de los papeles que documentan la contundente represión de la dictadura hayan quedado prácticamente ilegibles.
El objetivo final es la digitalización de los papeles y su inclusión en una base de datos
"El trabajo de los restauradores resulta imprescindible para poder ir actualizando el archivo", señala Pacheco. "Pero es muy lento, porque hay que ir página por página", agrega. Respecto a la conservación, existen diferencias dependiendo de las zonas de donde vengan los documentos, según explican los especialistas del depósito. El de Madrid recoge los expedientes de la antigua Primera Región Militar, la que comprendía todas las zonas centrales de España, incluyendo lo que hoy delimitan las comunidades autónomas de Extremadura, Madrid, Comunitat Valenciana, Murcia y parte de las dos Castillas.
"Los valencianos son los que llegaron en peor estado", reconoce Ana Isabel Cerrado, responsable del área de descripción del depósito. Esos papeles, que fueron trasladados desde la Comunitat Valenciana, sufrieron el efecto de varias riadas en los años cincuenta y, desde entonces, no han sido tratados por los militares de la zona. "El papel tampoco era de los mejores", destaca, asimismo, la propia Cerrado.
Como ejemplo, la encargada de documentar las distintas referencias militares cita el complejo y grueso cuadernillo que constituye el expediente correspondiente al escritor Miguel Hernández. La del poeta es una compleja recopilación de actas, registros, resoluciones y testimonios impresos o redactados en distintos papeles de diferentes tamaños.
Por todas esas dificultades, los técnicos del archivo más importante de la dictadura por el número de documentos que almacena consideran que "hay mucho por hacer". Uno de los principales objetivos de sus responsables, a corto plazo, es la consolidación de una base de datos con los nombres de todas las personas cuyos expedientes están archivados en el depósito madrileño. "De momento, hemos conseguido almacenar 250.000", resalta Rogelio Pacheco. Para localizar el resto de nombres, los técnicos deben realizar una búsqueda manual en los cientos de archivadores que ocupan una de las salas del edificio.
La consulta de los históricos documentos es gratuita
El objetivo final es la digitalización de todos y cada uno de los documentos, otra ardua labor teniendo en cuenta que, dada la antigüedad y la calidad de los papeles, los escaneos deben realizarse uno por uno. Los 10.000 expedientes correspondientes a la provincia de Castellón ya han sido incluidos en la base de datos y las 750.000 referencias documentales que los componían también han pasado un proceso de digitalización.
Es un minúsculo paso en el camino hacia la modernización de los archivos militares. La información referida a los represaliados castellonenses que ya ha sido almacenada ocupa sólo una de las frondosas estanterías del archivo madrileño. Pero, según apunta el director técnico del depósito, "hay cientos de estanterías que, puestas unas detrás de otras, sumarían unos 25 kilómetros". En una de las salas, de unos mil metros cuadrados, tan sólo se recoge el 20% del total de documentos del depósito, tal y como afirmaron los responsables del archivo.
A falta de una orden específica de Defensa, la consulta de los históricos documentos es gratuita. Los datos de Castellón ya pueden reproducirse a través de un ordenador. Y, para hacerse con copias del resto, se permite a los investigadores hacer fotografías o, en los mejores casos, realizar fotocopias. "Todo depende del estado de conservación de los escritos", insiste Pacheco.
Los técnicos esperan que este año puedan volver a digitalizar otros 10.000 expedientes. Pero son sólo cuatro las personas que almacenan la información, la digitalizan y se encargan de facilitársela a quien la solicite. "Si fuéramos más, todo sería más fácil", reconocen.
Reflexiones ante una fosa común
De AREMEHISA para DIME
In memoriam
Hoy he visitado el cementerio para cumplir una cita que tenía pendiente desde hace semanas. Hoy me he atrevido a superar el recelo , las dudas , los miedos, y he afrontado el reto de implicarme en la loable tarea de recuperar de la ignominia y del olvido los restos de seres humanos, sacrificados por la ceguera de la barbarie política y religiosa.
Hoy me he asomado por primera vez a una tumba de fusilados, y una sacudida emocional ha avivado los instintos más recónditos de mis credos. No he podido reprimir los sentimientos al contemplar el amasijo de restos humanos confinados, unos sobre otros, en la oscura frialdad de los sepulcros blanqueados por dogmatismos. Cráneos perforados por disparados de verdugos inmisericordes que despojaron de vida los sueños más nobles; huesos hilvanados con los alambres que sometieron la verdad y la justicia a la sinrazón.
En un instante he percibido la dignidad que comporta el liberar de las entrañas de la tierra a estos inocentes martirizados por el ardor patriótico, redimiéndolos de las injurias conferidas por los villanos de la historia. Hoy he sentido con toda intensidad el dolor desgarrado de las madres y mujeres de los inmolados, a quienes arrebataron la existencia, condenándolas a vivir sin vida.
Tal ha sido la conmoción, que no he podido mitigar el sentimiento de ira que ha invadido todo mi ser. Confieso, que en el silencio impuesto por la sombra del ciprés, he exclamado “Hijos de Puta.”, en alusión a todos lo que provocaron esta masacre y se llenaron las manos de roja sangre.
Antonio Maestre Ballesteros
Hoy he visitado el cementerio para cumplir una cita que tenía pendiente desde hace semanas. Hoy me he atrevido a superar el recelo , las dudas , los miedos, y he afrontado el reto de implicarme en la loable tarea de recuperar de la ignominia y del olvido los restos de seres humanos, sacrificados por la ceguera de la barbarie política y religiosa.
Hoy me he asomado por primera vez a una tumba de fusilados, y una sacudida emocional ha avivado los instintos más recónditos de mis credos. No he podido reprimir los sentimientos al contemplar el amasijo de restos humanos confinados, unos sobre otros, en la oscura frialdad de los sepulcros blanqueados por dogmatismos. Cráneos perforados por disparados de verdugos inmisericordes que despojaron de vida los sueños más nobles; huesos hilvanados con los alambres que sometieron la verdad y la justicia a la sinrazón.
En un instante he percibido la dignidad que comporta el liberar de las entrañas de la tierra a estos inocentes martirizados por el ardor patriótico, redimiéndolos de las injurias conferidas por los villanos de la historia. Hoy he sentido con toda intensidad el dolor desgarrado de las madres y mujeres de los inmolados, a quienes arrebataron la existencia, condenándolas a vivir sin vida.
Tal ha sido la conmoción, que no he podido mitigar el sentimiento de ira que ha invadido todo mi ser. Confieso, que en el silencio impuesto por la sombra del ciprés, he exclamado “Hijos de Puta.”, en alusión a todos lo que provocaron esta masacre y se llenaron las manos de roja sangre.
Antonio Maestre Ballesteros
miércoles, 9 de junio de 2010
La ciencia clama contra la impunidad del franquismo
Un millar de científicos critica a la derecha por silenciar el pensamiento crítico..
DIEGO BARCALA MADRID . Público.es
Un millar de intelectuales relacionados con la ciencia y la universidad manifestó este miércoles su repulsa a las críticas que la "amalgama ideológica liberal-conservadora" ha iniciado para perseguir el compromiso público contra la impunidad del franquismo. Los científicos presentaron un manifiesto en la sede del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en Madrid en una cita que homenajeó también el papel del rector de la Complutense, Carlos Berzosa, por organizar el acto de apoyo al juez Baltasar Garzón que el PP tildó de "antidemocrático".
El manifiesto reclama el papel crítico de los creadores ante "la crisis del modelo económico, la decepcionante respuesta política y judicial ante el clamor de las víctimas del franquismo, y el creciente cuestionamiento de la versión oficial de la transición a la democracia". El ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, reclamó "el derecho a la memoria" de los que, como él, quieren "saber qué pasó y dónde pasó".
Mayor, ex ministro de Educación en el Gobierno de Adolfo Suárez, reclamó a los científicos que "se expresen libremente". "Ahora que nos pasamos la vida hablando de que la educación es la manera de llegar al trabajo, reclamo la definición de educación que hacía Giner de los Ríos: Educación es dirigir nuestra vida, que no nos digan lo que tenemos que hacer".
Los científicos mostraron su indignación antes la reacción de líderes del PP como Esperanza Aguirre que, ante el acto de apoyo a Garzón, manifestó "estupor y escándalo por un acto de coacción a los jueces del Supremo en un centro sostenido con los impuestos de todos los madrileños". Berzosa se comparó con Miguel de Unamuno cuando, enfrentado a Millán Astray en Salamanca, gritó "venceréis pero no convenceréis" en protesta por los fusilamientos franquistas.
Maltrato a las víctimas
El pensador Manuel Reyes Maté denunció el maltrato a las víctimas de la represión que fueron tratadas por los filósofos como "florecillas del camino a las que hay que pisotear para el progreso" y cuya memoria ha sido considerada por los políticos como "peligrosa".
Previamente a la presentación del manifiesto, una plataforma universitaria llamada Ciudadanos Perplejos, entregó a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica 2.300 firmas de profesores universitarios, investigadores del CSIC y de otros organismos en favor de la "normalidad democrática". "Es nuestro deber y nuestro derecho luchar contra la injusticia", clamaron en este manifiesto.
DIEGO BARCALA MADRID . Público.es
Un millar de intelectuales relacionados con la ciencia y la universidad manifestó este miércoles su repulsa a las críticas que la "amalgama ideológica liberal-conservadora" ha iniciado para perseguir el compromiso público contra la impunidad del franquismo. Los científicos presentaron un manifiesto en la sede del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en Madrid en una cita que homenajeó también el papel del rector de la Complutense, Carlos Berzosa, por organizar el acto de apoyo al juez Baltasar Garzón que el PP tildó de "antidemocrático".
El manifiesto reclama el papel crítico de los creadores ante "la crisis del modelo económico, la decepcionante respuesta política y judicial ante el clamor de las víctimas del franquismo, y el creciente cuestionamiento de la versión oficial de la transición a la democracia". El ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, reclamó "el derecho a la memoria" de los que, como él, quieren "saber qué pasó y dónde pasó".
Mayor, ex ministro de Educación en el Gobierno de Adolfo Suárez, reclamó a los científicos que "se expresen libremente". "Ahora que nos pasamos la vida hablando de que la educación es la manera de llegar al trabajo, reclamo la definición de educación que hacía Giner de los Ríos: Educación es dirigir nuestra vida, que no nos digan lo que tenemos que hacer".
Los científicos mostraron su indignación antes la reacción de líderes del PP como Esperanza Aguirre que, ante el acto de apoyo a Garzón, manifestó "estupor y escándalo por un acto de coacción a los jueces del Supremo en un centro sostenido con los impuestos de todos los madrileños". Berzosa se comparó con Miguel de Unamuno cuando, enfrentado a Millán Astray en Salamanca, gritó "venceréis pero no convenceréis" en protesta por los fusilamientos franquistas.
Maltrato a las víctimas
El pensador Manuel Reyes Maté denunció el maltrato a las víctimas de la represión que fueron tratadas por los filósofos como "florecillas del camino a las que hay que pisotear para el progreso" y cuya memoria ha sido considerada por los políticos como "peligrosa".
Previamente a la presentación del manifiesto, una plataforma universitaria llamada Ciudadanos Perplejos, entregó a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica 2.300 firmas de profesores universitarios, investigadores del CSIC y de otros organismos en favor de la "normalidad democrática". "Es nuestro deber y nuestro derecho luchar contra la injusticia", clamaron en este manifiesto.
Almodóvar se mete en la piel de una víctima de la dictadura franquista
Cineastas, actores, músicos y escritores españoles dan vida a 15 personas reales asesinadas en la Guerra Civil a través de un corto PUBLICO.ES MADRID
Que sucede al juntar a varios cineastas y actores con músicos y escritores de renombre? Voilá. ¡Un vídeo documental contra la impunidad franquista!
Dentro del proyecto Cultura contra la impunidad, que denuncia el abandono político en el que se encuentran las víctimas del franquismo, un número nada desdeñable de artistas españoles se ha embarcado en la filmación de un video documental, de 15 minutos de duración, para la recuperación de la Memoria Histórica.
El proyecto, que serán presentado el próximo lunes 14 en Madrid, narra la vida de 15 personas reales que fueron asesinadas de forma injusta tanto en la guerra civil española como durante la dictadura franquista, y cuyas familias siguen esperando justicia.
Pedro Almodóvar, Maribel Verdú, Hugo Silva, Juan José Millás, Carmen Machi, Juan Diego Botto, José Manuel Seda, María Galiana, Aitana Sánchez-Gijón, Miguel Ríos, Pilar Bardem, Almudena Grandes, Juan Diego, Paco León y Javier Bardem se han metido en la piel de estos personajes reales.
Dirigidos todos ellos por la cineasta Azucena Rodríguez, el resultado es un documento producido de forma altruista por cada uno de los artistas de enorme impacto emocional.
En el acto estarán presentes la mayoría de los participantes en el rodaje, antes mencionados, así como algunos de los familiares de las personas retratadas.
Introducirá la proyección del documental Emilio Silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica.
lunes, 7 de junio de 2010
Ciudadanas Víctimas del tsunami represivo en Marchena durante el verano de 1936. Cap V, por Javier Gavira Gil
También en el Registro Civil de forma diferida en 1944, aparece Josefa Talaverón Caballos, en la lista aparece como Josefa la Talaverona , Josefa tenía su domicilio en C/ San Sebastián 54, el registro nos hace constar que Josefa de 48 años casada, tenía 1 hijo, y según el registro su muerte real se produjo el 18-10-36, aunque creemos que existe un lapsus, un error en el mes , produciéndose no en Octubre , sino en Septiembre, en el motivo que aparece de la muerte no cabe duda de su asesinato , de nuevo el eufemismo: Lucha contra el marxismo y el mismo lugar Ctra. Marchena- Morón.
Bajo el nombre de Esperancita la de los Pollos, está claro el de una mujer, que complementaría sus labores domésticas con la venta de aves, efectivamente se trata de Esperanza Talaverón Perea, de ella poco sabemos , aunque efectivamente por otros documentos hallados en el AMM, sabemos que fue asesinada , que tenía 46 años y vivía en C/ Marcos Ruiz, 59.
En el caso de Josefa Benjumea Pérez, que aparece en la lista como Josefa Benjumea la mujer de Víctor de nuevo observamos como la máquina represora se ceba con familiares de procesados, en este caso Josefa de 44 años es mujer Víctor Serrano, socio de la Panadería Obrera, Víctor sería procesado y condenado en 1939 a 15 años, en su expediente aparece como viudo y es que su mujer fue asesinada esa tenebrosa noche del 18 de Septiembre de 1936.
La macabra lista continúa con una nueva anotación, en este caso es un apodo “La Niña del Duro”, son muchos los entrevistados que me corroboran que efectivamente mataron a una mujer que se le conocía con ese nombre, pero por ahora no hemos podido recabar más información.
Caso contrario es el de Dolores García Hierro de ella sí contamos con bastante información, concretamente su hermano José y sobrino Ramón son dos socios fundadores de DIME, y han colaborado activamente en la búsqueda y dignificación de su historia familiar en particular y en la de los represaliados en general. Además de estas fuentes orales, son muchas más las que nos acercan al caso de Dolores, y todas nos corroboran que Dolores García Hierro sería asesinada el 18-9-36, coincide totalmente con el grupo de la lista de los represores y además con el registro civil de Marchena, donde aparece su registro de forma diferida en 1942 pero apareciendo la baja efectivamente el 18-9-36. “,… en el sitio conocido como El Lavadero y la causa… heridas recibidas por arma de fuego (sic). Dolores era una activa miliciana de tan sólo 22 años, en el momento de su asesinato estaba embarazada de 9 meses, estaba recién casada con Manuel Bellido Herrera miliciano activo ursaonense, afincado en Marchena , que pudo huir en un primer momento , pero que sería más tarde detenido y procesado y condenado a 15 años.
De Josefa Hidalgo Humanes, podemos constatar su asesinato, en esa trágica noche, también por varias fuentes, tanto orales, como escritas, de nuevo estamos ante el caso de un familiar de un miliciano “huido”, en este caso afiliado a Izquierda Republicana, Josefa de 56 años y casada, era la madre de José Ruiz Hidalgo “Pelusa”, que posteriormente sería procesado y condenado a 20 años. El marido de Josefa, José Ruiz Ángel, también fue asesinado
Tras Josefa Hidalgo la lista prosigue con otro nombre que nos hace constar el oficio y lugar de la mujer asesinada, aparece literalmente “La Tejeringuera del arco de la Rosa”, tras un proceso de investigación, contrastando fuentes orales y escritas, podemos aseverar que se trata de Luisa Rosa Méndez Moreira, que complementaba sus trabajos domésticos, con la venta de tejeringos en un puesto al lado del Arco de la rosa. Luisa era una activa y comprometida miliciana, de origen portugués , era conocida también como la portuguesa y de hecho en el registro civil podemos corroborar su origen pues aparece como nativa de Miranda del Duoro Portugal, en su partida de defunción además podemos constatar que en el momento de su asesinato tenía 38 años , y estaba casada . A Luisa, según varias fuentes orales nunca le perdonarían entre otras cosas que en una de las manifestaciones en época republicana “….le pusiera un pañuelo rojo a la estatua del padre Alvarado”.
Madre e hija, también acompañó a tan tétrico séquito, se trata según la lista de Rosario la Mangota y su hija Carmina, de ellas podemos tras las investigaciones, saber algo más: se trata de Rosario Pérez Martín y su hija Carmen Lobato Pérez, (el caso de Carmen, aparece en el registro civil de forma diferida en 1983, pero curiosamente no su madre) ambas domiciliadas en C/ Méndez 40, Rosario tenía 35 años .Lo represores dejarían a cuatro criaturas sin madre y sin abuela.
Por último ese “lote sangriento” lo cierra el nombre de una mujer que aparece completo, se trata de: Catalina Olmo Torres, tras investigar, contrastar su nombre por fuentes orales y escritas en el Archivo municipal, hemos podido verificar que efectivamente fue asesinada y que en el momento de su asesinato vivía en la calle Manjón, número 7 y contaba con 61 años.
Gavira Gil, Javier: Ciudadanas vícimas del Tsunami represivo en Marchena durante el verano de 1936. ( Inédito 5)...
viernes, 4 de junio de 2010
Varios archivos militares siguen vedados a la memoria histórica
Público.es
Grupos en favor de las víctimas e investigadores no pueden consultar ficheros de la dictadura
IÑIGO ADURIZ MADRID 04/06/2010 02:00
Las víctimas del franquismo y sus familiares siguen sin poder consultar documentos sobre los procesos militares que padecieron durante el franquismo. Representantes de las asociaciones a favor de la memoria histórica y destacados historiadores han denunciado las dificultades que siguen padeciendo cuando intentan acceder a algunos archivos históricos militares españoles.
"El acceso eficiente a todos los archivos históricos podría facilitar el camino hacia la verdad sobre lo que les ocurrió a muchas de las víctimas del franquismo", asegura la historiadora Mirta Núñez. Entre los cientos de miles de ficheros que se conservan desde la dictadura, hay documentos que se refieren a procesos de guerra. De ellos emanaron numerosas sentencias de muerte contra quienes hicieron frente al régimen fascista.
Los especialistas denuncian que el principal problema es la "desorganización" de muchos centros archivísticos del país. Solucionarlo es, a juicio de Núñez, "uno de los retos de la Ley de Memoria Histórica" aprobada por el Gobierno en 2007.
Criterios de búsqueda
Los historiadores apuestan por la digitalización de los datos
"No hay uniformidad en los accesos, ni se sigue un mismo criterio de búsqueda en los diferentes archivos históricos militares españoles", lamenta Santiago Macías, uno de los fundadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. El historiador Francisco Espinosa incide en esta misma idea. Él afirma que "en A Coruña, Catalunya o Sevilla los archivos son accesibles". No así en Madrid, "donde se ha incorporado una ingente cantidad de documentos procedentes de los bancos de datos de la Comunitat Valenciana y Murcia".
Núñez conoce bien el archivo ubicado en la capital madrileña, que recopila datos de las regiones militares primera y tercera. Durante meses tuvo que pelearse con técnicos del ejército y con funcionarios de la Administración. Y, gracias a su insistencia, consiguió escribir el libro Consejo de guerra y los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1997, Compañía Literaria) junto al historiador Antonio Rojas. "Las cosas han mejorado, pero sigue siendo difícil, si no imposible, acceder a muchos de los documentos que se buscan", reconoce. Macías atribuye estos impedimentos al "volumen de información, a la falta de personal y al estado de los documentos".
El representante de la Asociación por la Memoria Histórica recalca que, como en el de Madrid, hay otros muchos archivos en los que la información no está ordenada. "En muchos lugares todavía existe un libro, heredado de esa época el franquismo, y escrito a mano, que recopila los nombres de los procesados y les asigna un número de procedimiento", denuncia.
Desde Defensa afirman que todos los archivos "son públicos"
Esta situación provoca, según Macías, "la desidia de los funcionarios". Los nombres de las víctimas de la dictadura "ni siquiera están ordenados alfabéticamente" y es "muy difícil" localizarlos. "Muchas familias se encuentran con que acuden a esos archivos y no encuentran datos que realmente sí están allí almacenados " agrega.
Nuevas tecnologías
Mirta Núñez apuesta por las nuevas tecnologías. "Se debe invertir en la digitalización de los archivos". Algo que ya ha ocurrido en el de la provincia de A Coruña, situado en la localidad de Ferrol. Macías lo atribuye a que los familiares de las víctimas de Galicia, Castilla y León y Euskadi, cuyos documentos militares de la dictadura están hoy en ese banco de datos coruñés, "se han movilizado" y "han obligado a los responsables de los archivos a organizarse".
Consultadas sobre el asunto, fuentes del Ministerio de Defensa se limitaron a explicar que "todos los archivos militares son de acceso público". Asimismo, desde el departamento que dirige Carme Chacón se mostraron "extrañados" por las quejas de las asociaciones de la memoria y de los historiadores especialistas en la dictadura. No especificaron nada más.
Grupos en favor de las víctimas e investigadores no pueden consultar ficheros de la dictadura
IÑIGO ADURIZ MADRID 04/06/2010 02:00
Las víctimas del franquismo y sus familiares siguen sin poder consultar documentos sobre los procesos militares que padecieron durante el franquismo. Representantes de las asociaciones a favor de la memoria histórica y destacados historiadores han denunciado las dificultades que siguen padeciendo cuando intentan acceder a algunos archivos históricos militares españoles.
"El acceso eficiente a todos los archivos históricos podría facilitar el camino hacia la verdad sobre lo que les ocurrió a muchas de las víctimas del franquismo", asegura la historiadora Mirta Núñez. Entre los cientos de miles de ficheros que se conservan desde la dictadura, hay documentos que se refieren a procesos de guerra. De ellos emanaron numerosas sentencias de muerte contra quienes hicieron frente al régimen fascista.
Los especialistas denuncian que el principal problema es la "desorganización" de muchos centros archivísticos del país. Solucionarlo es, a juicio de Núñez, "uno de los retos de la Ley de Memoria Histórica" aprobada por el Gobierno en 2007.
Criterios de búsqueda
Los historiadores apuestan por la digitalización de los datos
"No hay uniformidad en los accesos, ni se sigue un mismo criterio de búsqueda en los diferentes archivos históricos militares españoles", lamenta Santiago Macías, uno de los fundadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. El historiador Francisco Espinosa incide en esta misma idea. Él afirma que "en A Coruña, Catalunya o Sevilla los archivos son accesibles". No así en Madrid, "donde se ha incorporado una ingente cantidad de documentos procedentes de los bancos de datos de la Comunitat Valenciana y Murcia".
Núñez conoce bien el archivo ubicado en la capital madrileña, que recopila datos de las regiones militares primera y tercera. Durante meses tuvo que pelearse con técnicos del ejército y con funcionarios de la Administración. Y, gracias a su insistencia, consiguió escribir el libro Consejo de guerra y los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1997, Compañía Literaria) junto al historiador Antonio Rojas. "Las cosas han mejorado, pero sigue siendo difícil, si no imposible, acceder a muchos de los documentos que se buscan", reconoce. Macías atribuye estos impedimentos al "volumen de información, a la falta de personal y al estado de los documentos".
El representante de la Asociación por la Memoria Histórica recalca que, como en el de Madrid, hay otros muchos archivos en los que la información no está ordenada. "En muchos lugares todavía existe un libro, heredado de esa época el franquismo, y escrito a mano, que recopila los nombres de los procesados y les asigna un número de procedimiento", denuncia.
Desde Defensa afirman que todos los archivos "son públicos"
Esta situación provoca, según Macías, "la desidia de los funcionarios". Los nombres de las víctimas de la dictadura "ni siquiera están ordenados alfabéticamente" y es "muy difícil" localizarlos. "Muchas familias se encuentran con que acuden a esos archivos y no encuentran datos que realmente sí están allí almacenados " agrega.
Nuevas tecnologías
Mirta Núñez apuesta por las nuevas tecnologías. "Se debe invertir en la digitalización de los archivos". Algo que ya ha ocurrido en el de la provincia de A Coruña, situado en la localidad de Ferrol. Macías lo atribuye a que los familiares de las víctimas de Galicia, Castilla y León y Euskadi, cuyos documentos militares de la dictadura están hoy en ese banco de datos coruñés, "se han movilizado" y "han obligado a los responsables de los archivos a organizarse".
Consultadas sobre el asunto, fuentes del Ministerio de Defensa se limitaron a explicar que "todos los archivos militares son de acceso público". Asimismo, desde el departamento que dirige Carme Chacón se mostraron "extrañados" por las quejas de las asociaciones de la memoria y de los historiadores especialistas en la dictadura. No especificaron nada más.
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