La Jueza María Servini de Cubría ha tomado declaración en el Juzgado de Instrucción Número 2 de Marchena a Antonia Parra, hija de Antonio Parra Ortega, jornalero fusilado poco después del golpe de Estado, en septiembre de 1936. La jueza, que se ha mostrado agradecida al juez del Juzgado número 2, Javier Sánchez, por cumplir con la diligencia "de forma muy rápida", ha declarado que continúa adelante con muchísimos testimonios de víctimas del franquismo en este proceso que desde 2010, impulsado por una querella presentada en Argentina, ha tomado la justicia de aquel país en pro de "la defensa de la legalidad, de los intereses de la sociedad y de la justicia universal", ha declarado el fiscal Ramiro González. Antonia Parra se ha expresado "agradecida a que Argentina se haya prestado a escucharnos, después de que nos quitaran a Garzón", declarado "no competente" por la Audiencia Nacional española para investigar los crímenes del franquismo que estaba investigando e inhabilitado 11 años por interceptar comunicaciones de presuntos corruptos y sus abogados en el caso Gürtel.
"Me parece estupendo la oportunidad que nos ha brindado la justicia Argentina" para contar su historia, una más de tantas que llenan nuestro pasado reciente de negro, la historia de una hija que nació huérfana porque dos meses antes se llevaron a su padre de casa "amarrao con una cuerda para hacerle unas preguntas, pero nunca supimos más de él", sólo que lo mataron en el arroyo del Lavadero y en el parte de defunción aludieron a los famosos "disparos por arma de fuego". Su delito había sido ser jornalero que frecuentaba la Casa del Pueblo en su día libre (cada quince días).
El escritor Juan José Millás representaría el papel de Antonio Parra en una serie de documentales a nivel nacional en un corto dentro del proyecto 'Cultura contra la Impunidad' a nivel nacional.
(Imagen: La Guerra Civil en Marchena 1936-1939, En busca de una historia oculta).
Antonia Parra, cuando supo de la lucha emprendida por Emilio Silva, fundador de la Asociación de Memoria Histórica de España (ARMH), periodista y sociólogo que logró la primera exhumación científica en España en Priaranza del Buerzo para encontrar los restos de su abuelo y 12 personas más, se volcó en llegar hasta el final en la historia de su padre (aún a ciencia cierta no están localizados los restos de los 200 fusilados en el cementerio de Marchena): "Le pregunté al alcalde de entonces, Luis Jiménez Gavira, que donde estaban los restos de los fusilados, y me dijo que no me podía ayudar porque no tenía ni idea, me pregunté que alguien lo tenía que saber, pero pasó el tiempo y no me llamaban, hasta que con Antonio (un sobrino abogado residente en Barcelona), nos movimos, le mandamos una carta a cada partido político y al Defensor del Pueblo Andaluz y al alcalde, y entonces ya sí hubo más respuesta, también colaboró Leandro (Álvarez, profesor de Historia de la Universidad de Sevilla), pero aquí estamos todavía", declaraba antes de entrar a los Juzgados, donde destacaba la labor de asociaciones como Dignidad y Memoria, DIME Marchena, hoy con 58 socios y de la que es presidenta, luchando codo con codo con Javier Gavira, que por entonces ya de manera independiente trabajaba la investigación de los crímenes franquistas en nuestra localidad: "Si las asociaciones de memoria no nos hubiéramos movido no habríamos llegado a ningún sitio", expresaba antes de tomar declaración Antonia Parra, acompañada por su hija Ana Ribas Parra y su inseparable amiga Bienvenida Guisado, hija del fusilado José Guisado Ruiz en idénticas circunstancias y que al igual que Antonio Narváez prestando testimonio por su padre Francisco Nárvaez, presentes hace unos meses en la reunión ante el comisionado de la ONU que visitó entre otros puntos de España, Sevilla. Por cierto, la ONU daría la razón a la investigación contra el franquismo iniciada por el juez Garzón en España y obstaculizada por la Audiencia Nacional como decíamos: "Estuvimos en el homenaje en Aguilar de la Frontera" comentaba a las cámaras de Canal Sur. También ha estado muy atenta a la presencia de la jueza argentina la productora alemana Play Loud, que emitirá un documental del trabajo de la jueza argentina en la querella contra el franquismo y que también ha realizado otro sobre el asentamiento de 'Los Llanos del Caudillo', impulsado por Franco, clave como otros cientos de asentamientos de la época para entender cuestiones de la historia reciente y del presente de nuestro país.
Esta es la historia resumida de Antonia Parra, que tras el pequeño paseo desde su casa al Juzgado y tomar fuerza para un momento esperado a lo largo de toda su vida, prestaría declaración en un despacho del Juzgado número 2, ya que la sala de vistas sigue clausurada sin visos de solución y con un mayor número de juicios suspendidos día tras días, sin efectuarse traslado de la actividad judicial a ningún edificido provisional.
La llegada de la jueza María Servini, de
ronda de declaraciones a familiares de víctimas en España, fue rápida, a las 11:15 horas, entrando de forma diligente en el Juzgado acompañada por secretarios y fiscal, y haciendo por tanto acto de presencia al ser aceptada la comisión rogatoria que envió al Juzgado de Marchena. En este punto, a la salida del Juzgado tras aproximadamente una hora de duración de la declaración, la jueza que instruye la querella contra los crímenes franquistas salía del edificio y atendía a los medios de comunicación señalando que "estamos muy agradecidos al Señor Juez (Javier Sánchez) por haber cumplido con la diligencia de forma muy rápida".
Respecto a la declaración de Antonia Parra evitó entrar en detalles: "Cada declaración tiene sus particularidades, tenemos muchísimas, de gente que viaja a Argentina, por vía consular, videoconferencia...pero por deferencia hemos venido ya que hay personas mayores que no se pueden trasladar" a Argentina.
Servini dijo que por lo general, salvo la ausencia de colaboración por el Juzgado de Miranda del Ebro (tuvo que tomar la declaración a Félix Padín, anarcosindicalista de 97 años que estuvo en campos de concentración y trabajos forzosos, en un hospital ) el resto de los Juzgados a los que ha requerido "han dado las mismas facilidades" que el de Marchena, agradeciendo también la atención de "la doctora Rodríguez en Guernica", donde ha estado ante un símbolo como el Árbol de Guernica, ciudad bombardeada por las tropas franquistas y tomando declaración en esta comunidad autónoma a hijos de fusilado (uno de ellos preso en cárcel franquista), antes de llegar a Andalucía, donde seguirá tomando declaración a familiares de fusilados en Carmona y Sevilla o visitará el cementerio de San Rafael de Málaga, famoso por las represalias multitudinarias, entre otros actos, para escuchar finalmente el testimonio de una persona de 93 años en Madrid.
La jueza explicó que dirige la causa por orden del Tribunal Superior de Justicia de Argentina, que abrió esta causa, la 4591/10 en abril del año 2010, y siendo preguntada por si es consciente de la esperanza que abre en las víctimas del franquismo para la recuperación de su dignidad, afirmó "sí, soy consciente".
En este sentido, el fiscal Ramiro González, aseguró que la fiscalía argentina "es parte activa" de esta investigación, "actuamos impulsado para que la querella se mantenga", destacando para ello la importancia de "la tenacidad de la jueza" en pro de que se lleve a cabo una investigación "completa" de los crímenes del franquismo con la colaboración de la Fiscalía argentina, "un órgano independiente que defiende la legalidad, los intereses de la sociedad, en este caso de la sociedad española, porque éste es un juicio de justicia universal", defendió. De hecho, Argentina actúa bajo este principio desde 1853.
"He contestado a todas las preguntas", declaraba Antonia Parra a la salida, manifestando encontrarse "bien", y señalando que le preguntaron "cómo lo sabía, por mi madre, quién iba con él, cómo se lo llevaron, amarrado con una cuerda, quiénes se lo llevaron y me salió el nombre, Prieto, con quién se lo llevaron, con el novio de mi tía...le dijeron a mi madre que iban a hacerle unas preguntas y nunca supieron ni supimos nada más de él", difunto por "disparo con arma de fuego" según los partes de la época, que lo situaban en el arroyo del Lavadero.
La exhumación de la fosa común sigue siendo una tarea incierta, de gran confusión y en el lugar donde se cree por datos, testimonios e investigaciones llevadas a cabo que se abandonaron los restos, nada aparece, lo cual lleva a pensar a quienes luchan por encontrar estos restos de sus familiares, que fueron sus huesos llevados al osario común del cementario en algún momento, ya que junto al lugar donde se localiza la fosa común marchenera se construyeron nuevos nichos aproximadamente en los años 90. Aún quedan bastantes sombras por despejar de lo que pudo pasar con esos restos.
De todas maneras, el hecho es que un acto oficial de la justicia de Argentina se ha celebrado en Marchena este mediodía, gracias a una decisión que agradecen los familiares de las víctimas, como otra persona que en ningún momento ha dejado de acompañar a Antonia, su sobrina María José Fontanilla Parra, marchenera de nacimiento y que emigró a Barcelona junto a su hermano, su padre y su madre (María Parra) y que califica la decisión de la jueza Servini como "muy acertada", lamentando que estos
crímenes acaecidos en España se tengan que juzgar en el exterior: "Es vergonzoso, esta situación deja muy mal a la democracia española, ha supuesto un retroceso, una involución de los derechos, Garzón lo estaba investigando y nos quedamos boquiabiertos y desilusionados" cuando lo declararon "no competente" para investigar la causa y posteriormente cuando la Audiencia Nacional estimó que a la justicia española no le corresponde investigar como tal los crímenes franquistas por considerarlos "hechos aislados" y ya a su juicio "prescritos", y no de "lesa humanidad", como lo considera la justicia argentina y el
comisiado de la
ONU que
visitó España, y en pleno proceso de investigación fue
inhabilitado oficialmente por actuaciones llevadas a cabo en el caso Gürtel.
María José Fontanilla Parra quiso destacar que el legado de Antonio Parra ha quedado en la familia impreso, ya que todos sus hermanos, incluido ella, "tenemos vocación de servicio público, mi hermano Antonio es abogado y además de colaborar con los casos de memoria histórica siempre está implicado con los más desfavorecidos, mi hermana es maestra en la enseñanza pública por supuesto y yo profesional sanitaria, gracias a Antonio y a nuestros padres, que nos han inculcado el sentido del servicio público, la honradez y la justicia", declaró.
La representante de la Plataforma Andaluza de Apoyo a la Querella Argentina , Paqui Maqueda, presente durante la mañana a las puertas de los Juzgados,
recordó los casos de las declaraciones de familiares de víctimas de Carmona y Sevilla, además del de Antonia Parra, y se declaró "sorprendida de la reacción" gratamente, de que en Andalucía se hayan presentado más de 200 denuncias, sobre todo "en los pueblos donde la represión franquista fue feroz", y destacando la querella argentina como "un instrumento para la esperanza de las víctimas del fascismo, ya que desde la Audiencia Nacional, pasando por el Tribunal Supremo y los Juzgados Territoriales de España, todo han sido puertas cerradas" para investigar estos crímenes.
En este sentido, hay que recordar que una vez abierta la querella argentina, la Fiscalía española ha seguido poniendo obstáculos a la
investigación emprendida por la jueza Servini,
negándose a extraditar a ex inspector de Policía "Billy El Niño", acusado de torturas considerando estos delitos "prescritos", o al ex capitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas, entre otros, junto a ex ministros, ex jueces, ex comisarios, un total de nueve, cuatro de ellos contra los que se dictó orden de detención internacional.
La causa argentina tuvo como punto de partida una denuncia de
Darío Rivas, hijo del alcalde de Lugo, fusilado por "traición a la patria" en 1936, cuando él tenía 16 años y ya desde los 9 residía en Argentina, en la que solicitaba
que se investigaran los crímenes del franquismo, y desde entonces, ha contado con el apoyo oficial de los gobiernos municipales de ciudades como La Plata o Buenos Aires y del Congreso Argentino, además de gran aceptación en la opinión pública argentina, y va tomando mayor fuerza cuanto más visibles son los obstáculos y negativas de los organismos españoles, abarcando la investigación desde el Golpe de Estado hasta junio de 1977, más de 40 años (casi 37 de ellos de dictadura), que ponen a nuestro país al borde del ridículo y la vergüenza internacional, más bien superándolo, por la falta de voluntad eterna para resolver cientos de miles de asesinatos y desapariciones, también de 'bebés robados', casos de flagrante injusticia y criminalidad.