lunes, 30 de julio de 2007

Carta de la vicepresidenta deAMHJ de Andalucía , sobre denuncia presentada ante Audiencia Nacional el 18-7-07


Tuve una sensación extraña cuando el sello de color azul quedó impregnando ya para siempre el papel blanco de nuestra denuncia con la fecha " 18 de julio de 2007". Una mezcla de orgullo, de satisfacción por el trabajo conseguido, de calma después de los días y momentos previos, llenos de nervios y tensión. 71 años después, los descendientes de los vencidos, de los olvidados, estábamos en Madrid con un ejército de palabras y esperanzas, en un intento de conquistar la capital y el corazón de los hombres y mujeres de buena voluntad. Ese ejército de palabras estaba formado por el nombre, y los apellidos de las personas que en los meses posteriores al golpe de estado de 1936 fueron asesinados en Sevilla, Huelva y Cádiz, defendiendo la legalidad republicana: 57 desaparecidos y desaparecidas. Sus cuerpos fueron enterrados premeditadamente en fosas comunes ubicadas en las cunetas de las carreteras, en fincas privadas, en cruces de caminos, en cementerios, en pozos… fosas clandestinas que no han sido olvidadas por los familiares, a pesar del silencio y el olvido decretado por el franquismo primero y por los distintos gobiernos democráticos después.

Los familiares no sólo no hemos olvidado, sino que hemos decidido no continuar callados y en un clamor que cada vez suena más alto y fuerte, pedimos justicia para los nuestros. Solicitamos al gobierno de éste país y a sus instituciones jurídicas que investiguen los hechos que acaecieron cuando estas personas fueron asesinadas y que nos facilite información sobre el paradero. Porque oficialmente nunca nadie comunicó que pasó con ellos y fue la memoria popular la que ha guardado y trasmitido los hechos, recordados en voz baja aún hoy en los pueblos y ciudades de nuestro país. Porque según la legislación internacional son crímenes de “lessa humanidad”, por su carac ter sistemático y masivo y corresponde al estado saldar la injusticia. Y porque ya hemos esperado bastante.

La Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia se suma con éste acto a las distintas asociaciones y particulares que ya han presentado otras denuncias a lo largo del estado español.


La nuestra es concretamente la novena y nuestra intención es ir sumando nombres en los meses venideros. Para ello estaremos en contacto con los familiares y con cualquier persona que esté interesada en recorrer el largo camino de la búsqueda de la justicia. Os esperamos.
Paqui Maqueda.
AMHyJA.
Salud y Memoria!

martes, 24 de julio de 2007

Amplio Reportaje en Correo de Andalucía, sobre denuncia en Audiencia Nacional

La periodista Inma Carretero redactó un amplio artículo, aparecido enel Correo de Andalucía del domingo sobre la denuncia presentada ante el Juez Garzón, en ella entre otros denuncian familiares de 57 desaparecidos, en la provincia de Sevilla, entre ellos varios marcheneros y marcheneras.
Remitimos a nuestros soci@s a la lectura del artículo y ampliamos información: www.elcorreodeandalucia.es

18 JULIO: UN “GOLPE” EN LA MESA DE LA AUDIENCIA NACIONAL.
Coincidiendo con el 71 aniversario del Golpe de Estado (18 de Julio) se presentaba ante el Registro del Juzgado nº 5 de la Audiencia Nacional, del que es titular el juez Baltasar Garzón, la denuncia por 57 desaparecidos en las provincias de Sevilla, Huelva y la de Maria
Silva Cruz (La Libertaria) de Cádiz.
Con este “golpe” en la mesa de la Audiencia Nacional, se pone al poder judicial español, una vez más, frente a la asignatura pendiente de “hacer justicia” con aquellos que aún hoy siguen
esperando respuestas sobre el paradero de sus familiares.
La denuncia fue presentada por los representantes de la Asociación Andaluza
“Memoria Histórica y Justicia” (AMHyJA) a los que acompañaban el abogado
Fernando Magan y algunos miembros de la familia de María Silva, entre ellos su
hijo Juan Pérez Silva. La hermana de María, Catalina Silva Cruz, desde
Francia se sumaba a dicho acto de Recuperación de la Memoria y exigencia de
Justicia y Reparación y al total esclarecimiento de las circunstancias que
rodearon su asesinato.
La cronología de los HECHOS de la denuncia ha sido suministrado por el
historiador José Luis Gutiérrez Molina. La denuncia dice:
AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCION
JUAN PÉREZ SILVA, hijo de María Silva Cruz.
RAFAEL LÓPEZ GARCÍA, Presidente de la
Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía,
nieto de desaparecido, y
FRANCISCA MAQUEDA FERNANDEZ,
Vicepresidenta de la Asociación Memoria Histórica y
Justicia de Andalucía, biznieta y sobrina-nieta de
desaparecidos
comparecen y como mejor proceda en Derecho,
respetuosamente,
DICEN:
Que por medio del presente escrito vienen a interponer DENUNCIA y mostrarse
como partes en relación con los hechos de detención ilegal y desaparición
forzada como crimen de lesa humanidad que a continuación se exponen.

HECHOS
Primero.
La madre de Don Juan Pérez Silva fue Doña María Silva Cruz, conocida, desde enero de
1933, en todo el país como "La Libertaria" tras sobrevivir al incendio de la choza de su
abuelo Francisco Cruz Gutiérrez en la población gaditana de Casas Viejas, hoy municipio
de Benalup-Casas Viejas.
Segundo.
El 19 de agosto de 1936 Doña María Silva Cruz estaba en casa de sus suegros Don Juan
Pérez Mena y Doña Antonia Cordón Morales sita en el rancho Morales, en la zona
conocida como "Viña Caña", del término municipal de Paterna, en donde había buscado
refugio tras los sucesos ocurridos la noche del 23 de julio de 1936 durante la ocupación
de la localidad por una columna de guardias civiles sublevados y civiles de la cercana
población de Medina Sidonia (Cádiz). En el transcurso de esos hechos se produjeron una
quincena de asesinatos, circunstancia que llevaron a Doña María a buscar refugio en el
citado domicilio y a su esposo Miguel Pérez Cordón, un conocido sindicalista de la CNT,
huir hacia la sierra al igual que otros muchos cientos de vecinos de ésta y otras
poblaciones cercanas.
Tercero.
La mañana de ese miércoles 19 de agosto de 1936 un grupo de personas, entre ellas
algunos guardias civiles, se presentaron en dicho rancho y procedieron a llevarse a la
fuerza a Doña María Silva a la cárcel de Paterna habilitada en aquellos momentos en el
actual edificio que hoy ocupa el comercio de la señora viuda de Lozano en la calle Real.
Que a Doña María Silva la acompañó su hijo Don Juan Pérez Silva que por esa fecha
contaba con 15 meses de edad.
Cuarto.
Que en dicha prisión parece que permaneció hasta el día 24 de agosto. Aunque también
hay testimonios orales que señalan que fue trasladada a la prisión de Medina Sidonia.
Extremos que no se pueden testificar documentalmente por haber desaparecido los libros
de entradas y salidas de correspondencia del Depósito carcelario de Paterna y la Prisión
de Partido de Medina Sidonia.
Quinto.
Que la madrugada de ese día, en compañía de otros dos secuestrados, Martín Menacho
Díaz y Catalina Sevillano Macho, fue sacada de su encarcelamiento y trasladada a un
lugar desconocido en donde los tres fueron asesinados a tiros.
Sexto.
Que la familia de Doña María Silva Cruz, ni, en concreto, su hijo Don Juan Pérez Silva
jamás han recibido comunicación oficial de la muerte de la misma, ni del lugar donde
ocurrió ni de las circunstancias en que acaecieron.
Durante las décadas de la Dictadura del General Franco la familia sufrió exilio y
persecución, circunstancias comunes a tantos españoles. Todos sus derechos se vieron
cercenados, entre ellos el de la memoria, enterrar a sus muertos, además de los
puramente jurídicos, como el de siquiera estar inscrita en el Registro Civil su
defunción. En esas circunstancias de exilio interior y forzado silencio la familia y el hijo
de Doña María Silva llegó la vuelta de la democracia y la instauración del actual Estado de
Derecho.

Séptimo.
Tales circunstancias son extensibles, respecto de las muertes de miles de asesinados tras
el golpe de Estado realizado el 18 de julio de 1936 por un grupo de militares que contó
con el apoyo de otros de civiles.
Doña María Silva Cruz había adquirido un carácter de imagen representativa del mundo
anarquista español desde la fecha y circunstancias ya citadas en el apartado primero y,
además, era pareja de uno de los más destacados representantes de estas ideas que
fueron consideradas como destinadas a desaparecer por los golpistas. Su desaparición se
produjo en un contexto de desapariciones múltiples, realizadas de forma sistemática, de
personas civiles que corresponde a los tribunales investigar las circunstancias en las que
se produjeron y han llevado a que, hasta hoy, sus familiares hayan recibido información
oficial sobre su suerte y localizar sus restos.
Esta parte entiende que los crímenes de guerra son imprescriptibles, conforme al Derecho
Internacional Humanitario, o ius in bello, reconocido expresamente por la Constitución de
la II República Española en su art. 7, y por el Derecho a través de los Convenios de
Ginebra y La Haya, asumidos como normas internas por la Constitución de 1931, vigente
el 30 de julio de 1936. Cualesquiera normas posteriores dictadas por los rebeldes para
excluir su responsabilidad, y que por el resultado de la guerra devinieron en leyes
vigentes durante todo el gobierno del General Franco ni tan siquiera habían sido
promulgadas, y el carácter retroactivo de que se pretendió dotar a éstas no basta para
combatir la imposibilidad de prescripción de los crímenes de guerra y contra la
humanidad, entre los cuales, reconocidos por diversas Resoluciones de Naciones Unidas,
se hallan los cometidos a consecuencia y con posterioridad a la Guerra Civil Española. La
propia Audiencia Nacional - Sentencia 16/05 (Rollo 139/1997), de 19 de abril- viene
configurando una doctrina sobre la validez del postulado expuesto, esto es, el fenómeno
de la imprescriptibilidad de tales crímenes.
El criterio no es ajeno a la actual Constitución de 1978, en su art. 10.2, cuando menciona
que los normas relativas a derechos fundamentales se interpretarán conforme a los
acuerdos y tratados internacionales ratificados por España en tal materia así como a la
Declaración Universal de Derechos Humanos. La norma del art. 96 del mismo cuerpo legal
establece que los tratados internacionales forman parte del ordenamiento interno una vez
publicados.
Ya durante el anterior régimen político, y con la entrada de España en ONU, nuestro país
asumió como propio el llamado Estatuto de Nüremberg, derivado de los Acuerdos de
Londres de 1945, como efecto necesario de la condición de miembro de Naciones Unidas.
Los Acuerdos de Londres, que sientan las bases del moderno Derecho Internacional
Penal, contienen una expresa derogación del principio de legalidad y de irretroactividad de
las normas penales, dado que su mantenimiento en el caso de los crímenes de que se
ocupa, y donde pretendemos se incluyen los narrados en nuestra denuncia, supondría
que un instrumento forjado en la protección del individuo frente al poder absoluto del
Estado se convirtiese en una barrera que impidiese perseguir los ataques a los derechos
más elementales. La ratificación de los Acuerdos se produce igualmente en 1971 derivada
de la adhesión de España al Convenio contra el Genocidio de 1958.
Sobre la condición de derecho interno vigente, la Sentencia mencionada explicita:
La opinión según la cual los principios de Nuremberg entrarían en el ámbito del Derecho
internacional consuetudinario estimamos que ha pasado a considerarse indiscutible tras la

resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas 3074 (XXVIII) de 3 de
diciembre de 1973 que proclamaba la necesidad de una cooperación internacional en lo
que respecta a la detección, arresto, extradición y castigo de los individuos culpables de
crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad. Se puede añadir aquí que, en
muchas resoluciones dictadas por los tribunales penales internacionales «ad hoc»
actuales, se ha afirmado y aceptado la tesis de que «desde el Estatuto de Nuremberg, el
carácter consuetudinario de la prohibición de los crímenes contra la humanidad y la
imposición de la responsabilidad penal individual por su perpetración no han sido
seriamente discutidos (Asunto Tadic del ICTY)».
Existen otras normas de directa aplicación en España, derecho interno por tanto, que
contradicen el criterio del Auto recurrido, por mandato constitucional. Estas son los arts.
15.2. del Pacto Internacional relativo a los derechos civiles y políticos y el art. 7.2 de la
Convenio Europeo de Derechos Humanos, que afirman que el principio de irretroactividad
de las leyes penales no se opone a la persecución y condena de personas por hechos
reputados como criminales según los principios generales del derecho reconocidos por la
comunidad de las naciones.
Octavo.
Esta parte solicita que se adopten las medidas instructoras necesarias para el
esclarecimiento de los hechos narrados. Conscientes de que por el tiempo
transcurrido resulta casi imposible hallar a los autores materiales e intelectuales, no es
menos cierto que sí sería posible establecer las reales circunstancias de tales
muertes, y en concreto la de Doña María Silva Cruz, que desde 1978 es imputable a
la inacción dolosa del Estado español representado por sus diferentes
Gobiernos ya que Doña María Silva continua siendo una desaparecida.
Por lo expuesto
SOLICITAMOS AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN que tenga por
presentada esta denuncia por los hechos expuestos en el cuerpo de este escrito, dando
inicio a las correspondientes actuaciones, y ordene las diligencias probatorias necesarias
para el esclarecimiento de tales hechos, Justicia que con todo respeto solicito en Sevilla a
18 de julio del 2007.

lunes, 16 de julio de 2007

NOS HACEMOS ECO DE LA NOTA DE PRENSA DE AMHJ DE ANDALUCIA

-Estimados amigos, os enviamos la nota de prensa remitida a todos los medios de comunicación por laAMHyJA.Salud y Memoria
Lugar: Audiencia Nacional (Madrid) Día y hora: Miércoles, 18 de julio. 10,30 de lamañana.
Representantes de la AMHyJA presentan el día 18 de julio una denuncia en La Audiencia nacional en Madrid en relación con los hechos de detención ilegal y desaparición forzada ocurridos tras el golpe militar que tuvo lugar en España en 1936
Las denuncias corresponden a la desaparición de 19 personas en la provincia de Sevilla, 32 personas en la provincia de Huelva y el caso específico de María Silva, conocida como " La Libertaria", de Casas Viejas, en Cádiz.
Este proceso que la AMHyJA inicia en un día tan> simbólico, supone el principio de otras muchas denuncias que podrán engrosar este sumario en el> tiempo, y que tienen que ver con delitos tipificados por la legislación internacional como crímenes de> lesa humanidad que no prescriben en el tiempo. Nuestra asociación y los familiares de los> desaparecidos (hombres y mujeres demócratas y leales al gobierno y a los principios de La República) pretenden de esta manera llenar el vacío legal que existe desde hace décadas en nuestro país en> relación a estas desapariciones y encontrar en la justicia una respuesta a los silencios y ocultaciones que las administraciones del franquismo y la democracia española, han mantenido sobre el> final que tuvieron estas personas.
Estamos a vuestra disposición para cualquier aclaración sobre este asunto. Paqui Maqueda Vicepresidenta AMHyJA

jueves, 12 de julio de 2007

NUEVA RESEÑA BIBLIOGRÁFICA







Llegó el Verano y muchos disponemos de algo más de tiempo para poder leer, por ello nuestro amigo Jordi, continúa mandándanos sus reseñas bibliográficas, para ayudarnos a seleccionar , según su "docta" opinión , nuestras lecturas en estos calurosos meses.






Fernando Puell de la Villa y Justo Alberto Huerta Barajas. Colección Atlas Históricos, 2007358 pág. ISBN 978-84-9756-429-8

Entre la inagotable diversidad de las publicaciones sobre la GCE y tratándose de un hecho bélico con trabajos dedicados al análisis estratégico-militar se echaba en falta y pormenorizado conjunto de mapas y planos representando el transcurrir de la guerra en la Península Ibérica. Uno pensaba que había llegado el momento pero lamentablemente horas después de haber adquirido este trabajo comencé a persuadirme del error que suponía haberlo comprado sin recapacitar previamente. Se trata de un práctico libro de fácil consulta por su orden cronológico pero de una simpleza gráfica y textual que abruma cuando no crea cierto sonrojo. Pudiera ser que seamos demasiado exigentes con todo lo nuevo que se va publicando o quizás se trate de la dificultad que supone aportar algo inédito y original a la inagotable lista de títulos existentes pero en cualquier modo me temo que no es el caso.
Cuando uno desembolsa 28 euros en un libro lo mínimo que espera recibir a cambio es una compensación en forma de esfuerzo en el trabajo y en la información aportada por el autor/es de ese libro, enriquecerse intelectualmente podríamos decir. Por el contrario en este “Atlas de la guerra civil” otal ausencia de mapas topográficos y militares planos-callejeros con el nombre de las calles de las principales ciudades donde de combate como por ejemplo Teruel, única capital de provincia reconquistada por el Ejército republicano y cuya única señalización en el Atlas de la guerra civil es una flecha azul que presumiblemente representa el avance franquista para recuperar la ciudad. Ni que decir tiene que la composición de los diferentes cuerpos de Ejército, batallones, brigadas, etc, que participan en las batallas hay que imaginarlos al igual que el armamento utilizado en las mismas. Nada de todos estos detalles tan necesarios e importantes podremos consultarlos en los gráficos aunque algunos sí se citan en el relato que llena las páginas del libro. Habría pues que acompañar la lectura con la ayuda de trabajos paralelos como los ya clásicos de Martínez Bande, autor de numerosas monografías que a pesar de que en muchos puntos historiográficos ya se encuentran desfasadas sí hay que reconocerle una gran cantidad de información y mapas bastante más especializados y concisos. De la misma manera, dicho esto hay que resaltar que llama poderosamente la atención la ausencia de algunos enfrentamientos importantes como la de la Batalla de Artxanda en las horas previas a la entrada de las tropas franquistas en Bilbao donde perdieron la vida decenas de republicanos o la ruptura del Cinturón de Hierro en el monte Gaztelumendi, hechos ambos enmarcados en el transcurrir del Frente Norte de la guerra civil y que al parecer no merecen prestarse demasiada atención.
Otra peculiaridad que encuentro inexplicable es que tratándose de un periodo contemporáneo muy concreto, los autores han extendido lo abarcado hasta la finalización de la II GM por razones que no llegamos a comprender. Los acontecimientos bélicos relacionados con la participación española en la Europa de los 40 también se encuentran relatados y acompañados de mapas igualmente simplificados. Los voluntarios de la División Azul y su papel en a finales de 1941 en Rusia junto al Ejército Alemán. La posterior en el frente de Volchov y en Leningrado. Por no hablar de la liberación de París por los aliados y el recorrido de la épica compañía de La Nueve integrada en la Segunda División Blindada de Leclerc. Crease o no, todos estos hechos y la invasión del Valle de Arán por el Maquis son incluidos en el atlas de la guerra civil española.
A modo de resumen podemos decir que un trabajo de estas características merecería un esfuerzo archivístico no demasiado especializado. El Archivo Militar de Ávila y el aprovisionamiento de mapas militares que posteriormente pudieran reproducirse en las páginas tratándolos digitalmente en función de los conocimientos que tenemos por lo que ya se ha publicado bastarían para obtener un resultado bastante decente como recopilación gráfica de mapas. Habrá que esperar acaso un tiempo para ello si es que esta publicación no hace desestimar los ánimos de quien tenga a bien llevar a cabo esta labor.






Jordi Pedrosa.

martes, 10 de julio de 2007

MORÓN: CRÓNICA DE UNA PRESENTACIÓN


El caluroso jueves 5 de Julio, como anunciamos se llevó a a cabo la presentación de "En Busca de una Historia Oculta. La Guerra civil en Marchena ( 1936-1939) en el CSO de Morón , gracias a la invitación del Colectivo Julio Vélez. El acto se desarrolló según lo esperado, Javier Gavira, presentó el libro , dando también algunas notas sobre la represión golpista en Morón de la Frontera y animando a Recuperar la Memoria Histórica de Morón. Se realizó el acto donde Javier hizo hincapié en lo "cómodo" y "afortunado" que se encontraba haciendo la presentación en el foro de un colectivo de base y social, como "había sido el movimiento de RMH, social y de base..." (sic). Tras la presentación se emitió el DVD sobre el libro y actos de la Asociaciación, por cierto en gran grado representada en el acto , apróximadamente 15 socios estuvieron arropando el acto( entre ellos nuestra Presidenta y Vicepresidenta) y la actuación posterior de Paco Narváez, que en esta ocasión estuvo acompañado por Ñito, en percusión y acompañamiento, por cierto desde aqúi nuestra enhorabuena a Ñito, y l animamos a continuar.

Palabras, música, tertulia, compañeros del SOC...una buena noche desde la base social, desde ciudadan@s comprometidos, del pueblo, de la tierra,...como esos tomates con los cual nos refrescaron, ...gracias al Colectuivo en general y en especial a Juan, Esther( magnífica presentadora y Flores como organizadora.. Foto.

lunes, 2 de julio de 2007

CARTA AL DIRECTOR ENVIADA POR NUESTRA COMPAÑERA Y AMIGA PAQUI MAQUEDA Y PUBLICADA EN EL DIARIO EL MUNDO ( 23-6-07)

Fue la semana pasada cuando sentí escalofríos al escuchar la noticia. Creo recordar que decía algo así como “ y las tropas con destino a Afganistán, están ya dispuestas para su marcha desde le cuartel sevillano Gonzalo Queipo de Llano…”. Aunque sé que en Sevilla existen calles con el nombre de militares que participaron en la sublevación fascista del 36 o bien de reconocidos franquistas, (General García de la Herranz, Gerenal Godet, Avenida Carrero Blanco, etc…), me pudo el dolor y la indignación. Desconocía que en mi ciudad, en el año 2007, un cuartel del ejercito de esa España que celebra ahora sus trenta años de democracia, llevara el nombre de uno de los mayores asesinos de su historia, de un siniestro personaje conocido popularmente como “el carnicero de Sevilla”, responsable directo del asesinato de miles y miles de andaluces que cayeron bajo la política de represión que el ejército sublevado de Franco puso en marcha en el verano de 1.936, iniciando la triste y larga noche de la Guerra Civil Española. Uno de esos andaluces era Juan Rodriguez Tirado, un hombre que cometió la falta, imperdonable para Queipo de Llano y los suyos, de pensar diferente, y que en las elecciones democráticas celebradas en Febrero de 1936, votó a la coalición de partidos políticos de izquierdas que formaban el Frente Popular. Por eso, sin juicio previo, sin abogado, sin fiscal, fue detenido y fusilado en las tapias del cementerio de Carmona, su pueblo y el mío, un 23 de Agosto del 36. Este señor es mi bisabuelo, y Gonzalo Queipo de Llano, su asesino. Ya, de sobra sé que él no disparó el gatillo que acabó con su vida, de la misma manera que sabemos que Hitler no abrió la llave del gas que en los campos de concentración provocó la cruel matanza de judíos. Pero fue él quien desde las ondas de radio, arengaba e incitaba a los pistoleros de falange, a matar a rojos y a violar a sus mujeres para que estas supieran de una vez lo que era un hombre de verdad. Fue éste sádico militar, traidor y borracho, quien avisaba a las mujeres de los pueblos andaluces antes de ser tomados por los fascistas, “a que sacaran los mantones negros de luto…”. Me dolió escuchar su nombre, me dolió tener que integrar en mi vida su persistente nombre, porque mientras él está enterrado en la basílica de la Macarena (y allá la Iglesia con los muertos que tan generosamente acoge en su seno), mi bisabuelo está enterrado como un perro en una fosa común junto con 900 personas, hombres, mujeres y hasta niños. Por eso pienso que la mejor forma de celebrar los treinta años de Democracia en este olvidadizo país sería la de eliminar de nuestras calles, avenidas, barriadas y plazas públicas, de los cuarteles militares, el nombre de aquellos que perpetraron y defendieron el golpe militar antidemocrático del 36 y sacar de una vez a la luz de la historia y de la vida el de aquellas personas que pensaron que la democracia de la que ahora disfrutamos, era una forma válida de gobierno, y que por ello fueron asesinados, encarcelados, torturados, expoliados, depurados, etc, etc primero y olvidados incomprensiblemente por este estado democrático, que no por sus familiares, después.
Paqui Maqueda Fernández. Vicepresidenta de la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia.
DNI: 28.576.785-K
Ronda de los Tejares, 19, 10 A. 41010. Sevilla.